Las fuerzas de seguridad turcas han iniciado hoy una operación para detener a 117 soldados en activo, acusados de mantener lazos con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, a la que el Gobierno achaca el fallido golpe de Estado de julio de 2016.
La orden proviene de una investigación centrada en las Fuerzas Armadas estacionadas en la ciudad de Esmirna, la tercera mayor del país, pero las redadas afectan a 45 provincias, informa la emisora NTV.
Entre los detenidos hay numerosos oficiales de diversos rangos, señala la citada emisora, pero todavía no se han dado más detalles.
Las sospechas se centran en militares que supuestamente usaron cabinas de teléfono para hablar con personas que se cree eran sus superiores dentro de la cofradía gülenista.
La red de seguidores de Gülen fue durante una década un estrecho aliado del Gobierno islamista turco, con el que comparte ideología, pero entre ambos estalló una lucha de poder en 2013.
Miles de supuestos simpatizantes de Gülen, que vive exiliado en Estados Unidos desde hace años, han sido detenidos desde el fallido golpe.
Por otra parte, un tribunal de Estambul ha puesto en libertad con cargos a Celal Çelik, abogado de Kemal Kiliçdaroglu, el líder del socialdemócrata CHP, y antiguo juez del Tribunal Supremo.
Çelik, detenido el 15 de septiembre pasado, había pasado 13 días en comisaría, acusado de haber hablado con miembros de la cofradía gülenista.