Esta idea es resultado de conversaciones que Pence mantuvo con el presidente del Corea del Sur, Moon Jae-in, en su reciente viaje a Asia
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, asegura al diario The Washington Post que su país está dispuesto a iniciar conversaciones con Corea del Norte, pero Corea del Sur liderara esos esfuerzos diplomáticos al inicio del proceso.
Esta idea es resultado de conversaciones que Pence mantuvo con el presidente del Corea del Sur, Moon Jae-in, en su reciente viaje a Asia y que coincidió con el inicio de los JJOO de Invierno que se celebran en PyeongChang, en territorio surcoreano, según el Post.
En una entrevista a la vuelta desde Seúl a Washington, Pence declaró que dos "conversaciones sustanciales" con Moon han llevado a un acuerdo entre Seúl y Washington para lograr un "mayor compromiso" con Pyongyang, primero con la intervención de los surcoreanos y potencialmente, poco después, con la de Estados Unidos.
Mientras el proceso diplomático prospera, EE.UU. y sus aliados seguirán imponiendo "elevadas y crecientes" sanciones al régimen de Kim Jong-un hasta que dé "pasos claros" hacia la desnuclearización, añadió.
La diferencia, ahora, es que el Gobierno de Donald Trump está dispuesto a sentarse y hablar con el régimen norcoreano mientras continúa su campaña de presión, según reveló el Post.
Pence describió la nueva posición de su Gobierno como "presión máxima y compromiso al mismo tiempo", lo que supone un cambio significativo con respecto a la postura anterior.
Hasta ahora, la estrategia de Washington era imponer la máxima presión a Pyongyang hasta que Kim Jong-un hiciera concesiones reales y, solo entonces, conversar directamente con el régimen.
"La idea es que no quitaremos la presión hasta que realmente estén haciendo algo significativo que consideremos que es un paso significativo hacia la desnuclearización", insistió Pence al Post.
"Entonces -continuó- la campaña de presión máxima continuará y se intensificará. Pero si quieren hablar, hablaremos".
Pence y Moon llegaron a este acuerdo el jueves durante una reunión bilateral que mantuvieron en la Casa Azul, la mansión presidencial surcoreana, y durante otro encuentro el sábado en las pruebas de patinaje de velocidad de los Juegos de Invierno de PyeongChang en el Ice Arena de Gangneung, según el diario.
Después de presenciar esas pruebas con Moon, el vicepresidente puso camino de vuelta a Estados Unidos.
La noticia sobre el cambio de postura de EE.UU. llega justo después de que Kim Jong-un haya invitado a Moon Jae-in a celebrar en Pyongyang "lo más pronto posible" la que podría ser la tercera cumbre intercoreana de la historia y la primera en más de 10 años.
Seúl ya estaba convencido de que el "deshielo olímpico" podía ayudar a que Pyongyang y Washington volvieran a la mesa de negociación tras un año marcado por las pruebas de armas del régimen y sus cruces de amenazas con el presidente Trump.