El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Granada ha reclamado a la alcaldesa Marifrán Carazo que rectifique “de forma inmediata” tras hacerse público el nombramiento como Jefe de Estudios de la Academia de la Policía Local de un agente que está siendo investigado por violencia machista y por acceder de forma irregular al sistema de protección VIOGEN.
Según ha denunciado la concejala del PSOE, Ana Muñoz, el agente tiene varios procesos judiciales abiertos por presuntos malos tratos a su expareja y a su hija. Además, está siendo investigado, junto a otros seis agentes, por “accesos injustificados al sistema VIOGEN”, que protege a las víctimas de violencia de género.
Muñoz ha condenado el nombramiento, afirmando que “Carazo y el PP están mandando mensajes muy preocupantes a la sociedad, a las víctimas y a sus agresores, injustificables lo mires como lo mires”. A juicio de la edil socialista, la designación del agente como responsable de la formación de nuevos policías es un “despropósito lo mires por donde lo mires” y exige al gobierno municipal del PP que dé marcha atrás.
Para el PSOE, este caso representa un grave retroceso en la lucha contra la violencia machista. “La lucha contra la violencia machista tiene mucho de concienciación, pero también mucho de acción. Y lo que no vale es quedarnos solamente en el escaparate”, ha añadido Muñoz, criticando que el PP actúe con doble moral al mostrarse públicamente comprometido con la causa y permitir, a la vez, este tipo de nombramientos.
La edil también ha subrayado que este tipo de cargos son de libre designación, por lo que la responsabilidad política recae directamente sobre Carazo. “Que reconozca que ha sido un error y que se dé marcha atrás a este nombramiento, ya que de no ser así el mensaje que se da a las víctimas es desolador”, ha reclamado.
Finalmente, Muñoz ha lamentado que “si no hubiera trascendido la designación, el PP mantendría a esta persona en el cargo”, y ha valorado la actuación de quienes han sacado a la luz esta situación como un ejercicio de “decencia” frente a decisiones institucionales “terribles”.