Los padres de Mónica Carrión, la joven de Otura (Granada) que fue asesinada por su novio el 19 de julio de hace un año, han pedido este jueves, en el aniversario de la muerte de su hija, un endurecimiento de las penas para los asesinos que cometen crímenes de violencia de género.
Así lo han señalado durante la presentación en Granada del concierto benéfico que han organizado para el próximo 21 de julio, donde participarán amigos íntimos de la joven, que tenía entonces 18 años, y cuya recaudación irá íntegramente destinada a la asociación Activa, de ayuda a las mujeres maltratadas.
Los padres, Manuel Carrión Avellaneda y Mónica Remacho Porras, piden que el acusado de la muerte de su hija, que será juzgado probablemente en otoño, sea condenado a la máxima pena posible y que además cumpla su pena al completo.
La madre ha afirmado que este primer año se le ha pasado muy rápido, ya que no cree que lleve tanto tiempo sin Mónica. "Se siente una impotencia muy grande y un vacío enorme. Tengo tres niños --dos de ellos en acogida-- y me parece que no hubiera nadie más en el mundo. Es un dolor muy feo que no le deseo a nadie en el mundo. Es horrible", ha señalado.
Mónica, ha dicho su madre, no era mala chica, no era conflictiva, era "muy alegre", y le quedaban cuatro meses para cumplir los 19. Lo que no se explica es que ella, con carácter fuerte, permitiera que su novio, que era "muy celoso y posesivo" la consiguiera alejar de sus amistades. Lo que no consiguió fue apartarla de su familia, y, "como no pudo hacerlo, nos la quitó él a nosotros", ha mantenido la madre.
El padre, que ha anunciado que la familia organizará actividades todos los años para recordar a Mónica en el aniversario de su muerte, ha considerado que lo que le pasó a su hija "no debería pasarle a ninguna otra mujer". Además, ha pedido que se endurezcan las penas para aquellas personas "que no saben vivir en sociedad".
"Él ha quitado una vida, yo no soy nadie para decir que se la quiten a él, pero si no sabe vivir en sociedad, no tiene derecho a la sociedad", ha sostenido el padre, que ha indicado que se pondrá en contacto con los padres de la joven sevillana Marta del Castillo para poder organizar una recogida de firmas y lograr ese endurecimiento.
El concierto se celebrará el próximo día 21 a partir de las 20,30 horas en el polideportivo Cañada de la era (campo de fútbol de Otura). Se trata de un concierto benéfico cuya entrada será gratuita, aunque contará con una barra para recaudar fondos, que irán destinados a Activa.
Presentado por Carlos Ramiro, el concierto contará con las actuaciones de Venus 5, compuesto por cinco amigas íntimas de Mónica, y otros grupos relacionados con la familia como Paquito y Sergio, Ni chicha ni limoná, Miguel Soler, Dando el Cante y Alberto Tirado.
A la rueda de prensa de presentación del concierto ha asistido Ramiro, que cree que el concierto será "muy emotivo", y el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Granada, Nicolás Chica, que ha pedido que la situación económica no conlleve recortes en las políticas de equidad e igualdad.
ASESINATO DE MÓNICA
El novio de la joven asesinó de una paliza a su pareja, que entonces tenía 18, en Otura el pasado 19 de julio de 2011, hechos por los que se enfrenta a una petición fiscal de 25 años de prisión.
La Fiscalía atribuye al procesado, de iniciales J.B.R. y conocido por el alias 'El murciano', un posible delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento, por los que, además de a la pena de cárcel, se enfrenta al pago de indemnizaciones de 252.000 euros para sus familiares, según consta en su calificación jurídica inicial.
La familia de la joven, personada como acusación particular, pide una pena similar para el presunto asesino, de 23 años de prisión por el mismo delito, y con las agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento, teniendo en cuenta que el informe forense desveló que sufrió más de 200 lesiones. Asimismo, solicita una indemnización de un total de 190.000 euros para los padres y los hermanos de la fallecida y una orden de alejamiento por un periodo de 33 años.
Según el fiscal, el acusado, de 22 años, y Mónica Carrión mantenían una relación sentimental de noviazgo desde aproximadamente comienzos del año 2010 e incluso llegaron a convivir durante unos algunos meses. Si bien la relación entre ellos al comienzo era buena, poco a poco J.B.R. empezó a mostrar su carácter "agresivo, posesivo y celoso", tanto de una manera verbal --en su relación de diario con su pareja o mediante las llamadas telefónicas que le realizaba--, como por escrito, a través de los sms que le enviaba a su novia, dificultando, al principio, e impidiendo más tarde con su conducta que Mónica pudiese relacionarse con sus amigas más íntimas o incluso con sus familiares, y que ella estuviese siempre a expensas de la voluntad de su novio.
La tarde del martes día 19 de julio de 2011, pasadas las 16,00 horas, y después de que el inculpado terminara su jornada laboral como camarero en el bar 'Cubo', propiedad del padre de Mónica, se dirigió a bordo de un coche hacia la casa de su novia, ubicada en la calle del Cedro la localidad granadina de Otura, con la finalidad de trasladarla a la autoescuela 'Alhambra', donde ella estaba recibiendo clases para hacerse con el carnet de conducir. A la novia se la encontró a mitad de camino, y ella se subió al coche, con el que ambos se desplazaron hacia las inmediaciones un campo de golf donde permanecieron el resto de la tarde, según consta en el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press.
Llegada la noche, siendo aproximadamente las 21,00 o 21,30 horas, decidieron retornar, tomando entonces el acusado la carretera A-385 Otura-La Malahá y una vez allí, a la altura del punto kilométrico 5,375, integrado en el término municipal de Alhendín y a través de un camino de tierra, accedieron --a bordo del vehículo-- a una zona despoblada recorriendo a continuación algo más de 100 metros, punto en el que giró a la izquierda llegando a una rambla seca donde estacionó.
Una vez allí y dentro del coche, el joven y su novia comenzaron una discusión, en el transcurso de la cual, aprovechándose él de las particulares circunstancias no ya sólo del lugar elegido --completamente abandonado, de difícil acceso y localización--, sino también del tiempo y hora --al anochecer y con escasa visibilidad--, "actuando guiado por un claro y manifiesto propósito de acabar con la vida de Mónica, y valiéndose de sus conocimientos derivados de la práctica de artes marciales", comenzó a golpearla "de manera absolutamente sorpresiva e inesperada para la víctima".
Según el relato de la Fiscalía, le propinó varios golpes con sus puños en la cabeza y en la cara, arañándola por el cuerpo, para acto seguido, estando Mónica fuera del coche, el joven se valió de algún objeto contundente para "golpearla nuevamente" y darle aún más puñetazos, principalmente, en la cara, en el cuello y en la zona pectoral. Provocó de esta forma que Mónica, que hasta entonces había permanecido sentada sobre el terreno, se desplomase en el suelo donde, pese a observar que le costaba mantener la respiración, el novio la dejó tumbada, y retornó al coche, desde donde escuchaba cómo la chica, "agonizante", le decía "te quiero, te quiero mucho".
Transcurridos unos minutos, el procesado se apeó del coche dirigiéndose nuevamente hacia donde estaba Mónica, que se encontraba boca abajo, con escasa respiración, cubierta de sangre, de tierra y de hierba seca, y decidió subirla. La arrastró desde el lugar donde se encontraba hasta el vehículo, y la subió en la parte trasera del mismo, optando, en un momento determinado, por desplazarla hacia el Hospital Clínico de la capital granadina, donde falleció a los escasos minutos de ingresar.