La Fiscalía de Granada ha mantenido este jueves su petición de ocho años de prisión para el joven acusado de disparar a un hombre en el muslo izquierdo y dejarlo incapacitado físicamente y en silla de ruedas, hechos por los que ha sido juzgado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada.
Al procesado, de iniciales L.H.C., de 27 años, el Ministerio Público le atribuye inicialmente un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, con la agravante de reincidencia en este último, puesto que ya fue condenado por el mismo con anterioridad, y pide para él el pago de 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil. La acusación particular, ejercida por el letrado Carlos Aránguez, eleva su petición por los mismos delitos a los once años de prisión, y a los 52.000 euros la indemnización.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el inculpado, ha explicado que su víctima, al que conocía con anterioridad, entró en su casa con una pistola, y ha dicho que consiguió finalmente arrebatársela y disparar, pero en "legítima defensa". Asimismo ha admitido que después de lo ocurrido arrojó el arma a un descampado, han informado a Europa Press fuentes del caso.
Sin embargo, según sostiene el fiscal, en hora no determinada del día 2 de enero de 2012, cuando Y.B. se encontraba en la zona conocida como El Polígono, en Granada, se acercó a él el acusado y, tras apuntarle en la cabeza con un arma que no ha sido encontrada, le dijo: "Vente comemierdas, bájate del coche y ven conmigo".
Él obedeció al requerimiento del inculpado, que le obligó a introducirse en una vivienda donde, "con la finalidad de acabar con su vida", le disparó "inesperadamente" en el muslo izquierdo.
Su víctima perdió el conocimiento "de forma inmediata" y sufrió fractura de fémur, lo que le provocó un síndrome de "graves consecuencias" con complicaciones que le podrían haber llevado a perder la extremidad afectada e incluso la vida.
De hecho, necesitó intervención quirúrgica de forma urgente tras su ingreso hospitalario, clavo intramedular para estabilizar la fractura y transfusión sanguínea, dado que presentaba una importante hemorragia.
Además, Y.B. ha estado durante meses incapacitado físicamente para realizar desplazamientos sin ayuda, y ha requerido silla de ruedas y terapia rehabilitadora.