El granadino Pablo Osorio ha convertido la química en una tendencia que revisan a diario sus cerca de 400.000 seguidores en redes sociales
El granadino Pablo Osorio ha convertido la química en una tendencia que revisan a diario sus cerca de 400.000 seguidores en redes sociales y, con un nuevo modelo educativo, tiene lista de espera para apuntarse a sus clases y sus libros de preparación de la PAU están siendo un regalo "estrella" esas Navidades.
Utiliza "memes" para explicar conceptos complejos de química, apuesta por el esfuerzo y el estudio constante porque cree que la vida "es más dura que un enlace covalente" y comparte con sus seguidores "quimipiropos" como herramienta para interiorizar fórmulas o medidas.
"Aprender puede ser frustrante o divertido en función de cómo te lo pinten y la motivación que te hagan sentir porque, como se suele decir, odiamos lo que no entendemos pero acabamos amando lo que dominamos". Así se resume la fórmula de éxito de Pablo Osorio, un granadino de 28 años que ha diseñado su propio método de enseñanza.
Osorio ha explicado a Efe que el proyecto comenzó cuando acabó la carrera, no encontró trabajo y empezó Medicina, hasta que decidió apostar por su sueño, abrir una academia que ya acumula lista de espera para enseñar como le habría gustado que le enseñaran a él.
Este docente cuenta con equipos en las academias de Granada y Madrid desde las que ayuda a que sus alumnos logren las mejores notas para la antigua Selectividad, paso clave para que puedan cursar esa carrera con la que sueñan.
La clave de su éxito está en un método de nivelación, porque cada asignatura se enseña desde cuatro niveles escalables en función de los conocimientos, objetivos y habilidades que demuestre el alumno.
"Es impresionante lo que puede evolucionar un alumno cuando se encuentra rodeado de personas con las que se siente identificado y además se le motiva para evolucionar al siguiente nivel", ha apuntado Osorio, convencido de que tratar a cada alumno como único potencia sus fortalezas y reduce sus debilidades.
Como los "influencers" de moda, música o videojuegos, Osorio atesora en sus diferentes redes sociales a unos 400.000 seguidores, jóvenes en su mayoría que plantean dudas sobre la Selectividad, resuelven ecuaciones o se divierten con juegos de palabras centrados en la tabla periódica.
La química de este docente hace que la academia tenga hasta una gira, cursos de preparación de la selectividad por el país con los que Pablo busca poder resolver de manera presencial las dudas del máximo número de seguidores posibles.
Con un lenguaje comprensible, "incluso ligeramente coloquial" pero sin perder el rigor científico, este joven expone las respuestas de 300 preguntas de Selectividad, esas que han martirizado a estudiantes de todas las comunidades autónomas, para facilitar el trago a las nuevas generaciones.
Apadrina grupos de estudio, tunea como rap la resolución de dudas y mantiene motivada a "una gran familia científica" a la que se han sumado muchas personas de otras ramas que lo han convertido en tendencia y lo han dejado "alucinando".
El final de año lo ha pasado preparando ejemplares de la quinta edición de su libro "Una química para todos", un proyecto que comenzó como un trabajo fin de máster para ayudar a otros a alcanzar la nota media adecuada, con parte de los beneficios destinados a una ONG, y que ahora se ha convertido en un deseado regalo de Reyes.
"Es una gran sorpresa que unos libros cuya finalidad sea el aprendizaje hayan acabado con cierto carácter de entretenimiento", ha reconocido Osorio, que recibe en sus redes una "marea de fotos" de gente con sus libros, jóvenes que presumen de estudiar ciencias.
Osorio sumó a estas clases de química un libro de matemáticas diseñado junto a uno de los mejores "youtubers" de la asignatura del país, Sergio Castro, que ya ha cosechado éxitos sin precedentes.
"Estoy trabajando en nuevas asignaturas siguiendo el mismo proceso y metodología", ha adelantado Osorio, que ha planificado nuevos libros hasta 2022 de asignaturas que se reserva para quitar presión al día a día de este docente lleno de química.