Segura, que ha invertido cuatro meses en rodar en 3D "Torrente 4. Lethal crisis" y casi diez millones de euros, se enfrenta el próximo viernes al juicio definitivo del público: llegará a más de 800 pantallas con un total de 666 copias, autorizadas para públicos mayores de 12 años.
"Amo al público y quiero que el público me quiera -explica Segura-: si le doy Torrente y le gusta, le voy a dar 'torrentazos' hasta que se canse", y medio en serio medio en broma respalda el mensaje que cierra la película: "Torrente 5, en 2017".
Segura ha organizado una multitudinaria rueda de prensa en un hotel madrileño junto a los actores Tony Leblanc, que ha recibido un aplauso al ser presentado como "el secreto del éxito de Torrente"; Yon González, conocido por la serie televisiva "El internado", la actriz porno María Lapiedra y Kiko Rivera, que debuta como actor.
"No es mala", dice entre risas el casi nonagenario Leblanc, que afirma haber rodado "de milagro": "es la mejor de las cuatro, más graciosa, más pícara y con el mejor guión", asegura.
En esta cuarta parte, Torrente está peor que nunca: come de la basura, tiene su piso (de 53 metros) realquilado a treinta inmigrantes y cae en una trampa que le lleva a la cárcel.
Los cameos en esta película llegan a la veintena: los futbolistas "Kun" Agüero, Cesc Fábregas o Sergio Ramos; los Hombres G; Carmen de Mairena; Josemi; "La blasa" José Mota; Kiko Matamoros; Carmen Martínez-Bordiú o Ana Obregón se acoplan como un guante a las intenciones del director.
Sorprende la pelea de los "frikies" de YouTube "Batu" y "Cobra", que por fin llegan a las manos tras las amenazas en internet, y el final de la "casera" de Torrente, Belén Esteban, de quien Segura sólo habla maravillas.
"Torrente da a los españoles la oportunidad de reirse del españolismo exacerbado, de esa gente que por desgracia existe y es xenófoba, machista, mezquina, cutre a más no poder: gente que si me encuentro en la calle -reflexiona Segura- no me hace gracia, pero es tan catártico verlo en el cine... en la pantalla sí te puedes reír", concluye.
El actor se desvive por dejar claro que no tiene nada que ver con Torrente: ni es del Atlétic, ni de ningún partido político, ni soporta a los machistas; de hecho, niega que la imagen de las mujeres sea peyorativa -aunque la mayoría salga sin ropa y tenga un papel decorativo-, si acaso -dice-, salen peor parados los hombres.
"Son tontos del culo, borrachos, fascistas, piltrafas. Desechos", afirma, pero enseguida puntualiza que "la crítica no es apología".
"Tenemos que reírnos todo el rato de nosotros mismos", resume, y por ello ha elegido a Kiko Rivera como copiloto de la cuarta parte de la saga.
Para el hijo de Isabel Pantoja -al que no ha costado mucho preparar el papel-, Segura le ha dado "la oportunidad de su vida".
También María Lapiedra, la hija del malvado Francisco que debe chantajear -como mejor sabe- a Torrente para que no la delate, está encantada de su participación: "es mi papel", dice entre risas.
Hay planos "fuertes" -alguno inédito en el cine convencional español-, mucho desnudo femenino y momentos sorprendentes de personajes como David Bisbal, que además canta "Aquí te pillo, aquí te mato" y participa en la coreografía final estilo Bollywood, que Segura dice que es un homenaje a Michael Jackson.
Aparte de escenas memorables, como la persecución a escopetazos de Juanito Navarro, la cara en 3D de Fernando Esteso en una cola de indigentes o el monólogo de Torrente ante la tumba de El Fary explicándole cómo ha cambiado la vida en estos trece años, destacan unos espectaculares efectos especiales, muy al estilo americano.
Por cierto, el protagonista de "Borat", Sacha Baron Cohen, ha mostrado "interés" en Torrente. "Estaría encantado de que lo hiciera él -ha dicho Segura-, sería un Torrente delgado".