Beatriz no recuerda la primera vez que se puso a cantar, era demasiado pequeña para acordarse. Sin embargo su familia le dice que fue en Isla Mágica, ella sólo quería subirse al escenario a cantar la canción del Gorila de Mélodi.
Empezó a cantar flamenco con 6 años y el día que cumplía 7 años consiguió su primer triunfo en el Certamen de Cante de Alosno, Beatriz entraba por la puerta grande, ya que logró hacerse con un primer premio. Beatriz recuerda que ella cantó lo que llevaba preparado y el público le cantó el “cumpleaños feliz”. Desde entonces ha llovido mucho y a Beatriz no le ha ido nada mal en los muchos concursos y certámenes en los que ha participado, ya que cuenta con 21 premios, de los que la mayoría corresponden a primeros puestos.
—¿Qué es para ti el cante?
—Para mi, el cante es prácticamente todo, es lo que más me gusta.
—¿Cómo te preparas para ser una gran artista?
—Voy a la academia de Arcángel dos veces a la semana y luego también ensayo en casa el tiempo que los estudios me dejan.
—¿Qué tal llevas el colegio?
—Voy bastante bien, este trimestre lo llevo todo con sobresalientes y notables.
—¿Con qué palo del flamenco te encuentras más a gusto?
—Lo que más me gusta son los fandangos porque son de Huelva, son de aquí y me siento más identificada con ellos, también me gustan mucho las alegrías porque son más alegres y el cante por soleares porque son más puras, es como más flamenco.
—¿Cómo fueron tus inicios en el cante flamenco?
—Empecé a prepararme de verdad con 6 años con Amparo Correa, una cantaora que era de Huelva pero vivía en Palos. Amparo empezó a enseñarme y me llevó a varios concursos y actuaciones. A partir de entonces me lo empecé a tomar más en serio y fui aprendiendo más y más, entonces fue cuando empezó todo a ir mejor.
—¿Ya no continúas con Amparo Correa?
—No, Amparo murió el año pasado, lo pasé muy mal porque llevaba prácticamente toda la vida con ella, era muy cariñosa y entregada a su labor. Amparo tenía una fundación con su nombre y tras su muerte continué en ésta pero no había nadie que enseñara al nivel de ella, esta fundación lo que hace es más inculcar a los niños el gusto y la afición por el flamenco.
—¿Y qué hiciste entonces?
—Por aquel tiempo escuché hablar de Arcángel y de la academia que tiene en Huelva y desde marzo del año pasado estoy preparándome con él.
—¿Y cómo ves tu marcha con Arcángel?
—Estoy muy contenta trabajando con él. Aprendo mucho y me motiva para continuar mejorando.
—Creo que ya has salido en televisión y en radio, ¿es eso cierto?
—Si, salí en Canal Sur, en el programa “Menuda noche” y en “La tarde musical”, también he salido en Hispanidad Radio y en Canal Sur Radio. En Hispanidad Radio cantaba en los descansos de los partidos del Recre.
—Ya has alcanzado un gran nivel en el cante, y ahora ¿qué?
—Bueno, yo quiero seguir aprendiendo mientras pueda y Dios quiera. Por mi parte, yo voy a poner todo mi empeño, mi interés y mi trabajo porque es lo que más me gusta y quiero continuar con ello.
—¿Nunca dejarás de aprender?
—No, en el flamenco siempre se puede seguir aprendiendo, es un campo muy amplio y nunca se sabe todo, ni siquiera los más grandes del cante.
—Sin embargo ya tienes un gran nivel, ¿Cómo van tus resultados en concursos?
—Voy muy bien, de hecho, el año pasado gané todos los concursos a los que me presenté. Por eso este año no me presento, al ganar el año pasado no puedo participar ahora. Este año lo tengo más tranquilo en lo referente a concursos, sólo me voy a presentar en los que el año pasado no pude participar porque coincidieron con actuaciones.
—¿Por dónde te llevan tus actuaciones?
—Uy! Por muchos sitios, he actuado por todas partes, en noviembre estuve en Barcelona, he estado en Córdoba, en Cádiz, en Granada y en muchos pueblos de la provincia de Huelva. Participé en el Circuito de Cante Flamenco, se trata de ir cantando por las diferentes Peñas Flamencas de la provincia.
—¿Cuál ha sido tu momento más dulce en el cante?
—Mis momentos más dulces son cuando consigo un primer premio en un concurso.
—¿Y el momento más amargo?
—Lo peor es cuando no me sale una actuación como yo espero que me salga.
—¿Cómo te ves dentro de 10 años?
—No lo sé, espero seguir mejorando y perfeccionándome a nivel artístico y también a nivel personal.
—¿Cuál es tu mayor deseo para este año?
—Me conformo con que este año me deje continuar por el camino que llevo, que la gente reconozca lo que hago y ser capaz de transmitir lo que siento cantando flamenco.
—¿Estás contenta con la marcha de tu vida?
—Si, estoy muy satisfecha de como me van las cosas.
—¿Ayudas en las tareas domésticas de casa?
—La verdad es que no ayudo mucho, es que tengo poco tiempo. Llego tarde del colegio y me tengo que poner a hacer las tareas que me manden y luego tengo que ensayar. Digamos que por ahora me voy librando de las tareas domésticas .
—¿Tienes novio?
—No, no tengo novio y la verdad es que estoy muy bien así.
—¿Qué quieres ser cuando seas mayor?
—Lo que más me gustaría hacer de mayor es continuar con el cante.
—Pero ese es un mundo muy difícil ¿No?
—Sí, es un mundo muy difícil, es una carrera muy dura ya que no a todo el mundo le gusta el cante flamenco. Sin embargo mi ilusión es convertirme en profesional del cante, para eso me estoy preparando, estoy trabajando muy duro para ser mejor cada día.
—Y si no fueras cantaora ¿Qué te gustaría hacer?
—Si no consiguiera dedicarme profesionalmente al cante me gustaría ser notaria.
—Una cantaora de flamenco ¿Nace o se hace?
—Yo creo que hay que tener una buena base de nacimiento, pero desde luego hay que trabajar muy duro para hacerse un hueco en este mundo. Por muy buenas cualidades que tengas de nacimiento, si no trabajas muy duro no se puede llegar muy lejos.
—¿Crees que tu profesor, Arcángel, está contento contigo?
—Yo creo que si, aunque él no me dice nada.
—¿No te dice si vas bien o vas mal en tu trabajo?
—No, no le gusta decirnos que vamos bien porque no quiere que nadie se crea que ya es bueno y deje de aplicarse a fondo en el trabajo.
—¿A quién te gustaría parecerte en el cante?
—A nadie. No quiero parecerme a nadie. Yo quiero tener mi propio estilo y quiero que se me reconozca por él, no me gustan las comparaciones.