Faltan poco más de diez días para que se celebren unas de las fechas más señaladas en el calendario anual como son las tradicionales cena de Nochebuena o la comida de Navidad. En un año marcado por la subida de la inflación que se ve reflejada en un notable incremento de los precios había que salir a la calle y preguntar a los principales interesados, es decir, vendedor y comprador, si han cambiado muchos los hábitos en las compras a la hora de llenar el carro para ambas conmemoraciones, que tienen un marcado carácter gastronómico. 7Tv San Fernando ha estado en el Mercado Central de Abastos para pulsar opiniones.
Raúl Serván, presidente de los detallistas y propietario de una carnicería, afirma que “la gente ha cambiado un poco el chip y los consumidores están comprando las comidas de Navidad antes de lo previsto para ahorrar. Un producto envasado al vacío y congelado no tiene ningún problema”.
Y es que todo apunta a que el que se retrase y lo deje todo para los últimos días se pueden encontrar con una importante alza en los precios.
Serván también hablaba si han cambiado los hábitos y se opta, quizás, por productos de menor calidad para que el daño al bolsillo sea menos lesivo. “En la cena de Navidad todo el mundo quiere quedar muy bien y poner lo mejor para la familia, porque es lógico y buscan productos más selectivos. Sin embargo, este año quizás la tendencia es optar por algo más económico. De todas formas yo digo siempre lo mismo, todo depende del maestro o maestra que esté en la cocina y el toque que le dé. Lo mismo te puede valer un solomillo de primera calidad que albóndigas…”.
Dentro del Mercado se encuentra otro tipo de especialidades como es el caso de las fruterías, donde uno de los detallistas afirma que en el caso de ellos las compras se retrasan hasta los dos últimos días “para evitar que el género se eche a perder”. Además, señala que cambian mucho los hábitos con respecto al resto del año, salvo que se adquiera algo de setas, espárragos, fresas o cerezas especiales.
En el caso de las pescaderías se señala que “tenemos todo tipo de clientes, está los que ya los han comprado o el que va a esperar hasta última hora”, aunque añaden que “la gente está asustada ante el posible subidón de precios que se pueda dar”.
Con respecto a años anteriores, aseguran que se está notando un descenso en las ventas, si bien también que “no están mirando precio, pero lo que sí están haciendo es comprar menos cantidad”.
Y, como cabía esperar, está el último eslabón de la cadena que es el consumidor final. “Todo está por las nubes”, señala un cliente del Mercado Central, y añade que “para comer marisco la cosa está difícil, pero algo habrá que comer. Nos gastaremos lo que nos tengamos que gastas y luego Dios dirá…”.
