Miguel Redondo Rosillo, conocido como Miguelón, ha puesto de manifiesto a través de sus redes sociales una nueva traba que tanto él como las personas con una discapacidad física sufren y que tiene como protagonistas a los tres ascensores del puente que da a la estación de Bahía Sur y también conecta con el centro comercial.
El pasado viernes llegó de Córdoba a la estación isleña pasadas las doce de la noche en lugar de las 23.15 horas, que era el horario de llegada que estaba previsto, ya que el tren de media distancia en el que viajaba sufrió un retraso de casi una hora.
Su sorpresa fue cuando con su silla de ruedas llegó hasta el ascensor situado a la altura de Pery Junquera y se lo encontró apagado. Allí tuvo que esperar casi una hora hasta que pasó una persona que le ayudó a descender por la pasarela peatonal.
No es la primera vez que se encuentra con dicho ascensor apagado, puesto que en más de una ocasión ha ido al Centro Comercial de Bahía Sur al cine o a tomar algo de noche y cuando llega al puente de la estación ya no está operativos.
“Tengo que volver de madrugada por la carretera”, indica Miguelón.
El cordobés, pero afincado en La Isla desde hace muchos años, pueden entender que se tome dicha decisión para evitar actos vandálicos, pero también recuerda que Renfe tiene cámaras colocadas de seguridad con las que podría identificar a los posibles vándalos.