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Miércoles 06/11/2024
 

San Fernando

Todo por el mardito (y legítimo) parné y aunque haya que hundir el barco con todos dentro

La familia y su representante legal están disparando a todo lo que se mueve y no dudan en lanzar un misil a la línea de flotación de todo el proyecto.

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  • Camarón con Tomatito. -

Se trata de una cuestión de dinero y lo dice la propia familia, o el representante de la familia de José Monje Cruz, Camarón de la Isla y cualquier alusión a que desde el Ayuntamiento se está intentando poner a los pies de los caballos a los demandantes suena vacía.

"Es injusto que la familia a día de hoy siga sin recibir, ya no solo el reconocimiento que les corresponden por el legado de tan insigne artista, sino que se le niegue a vivir con dignidad de lo que Camarón le dejó a sus niños mientras que otros se lucran económica y políticamente de ello", dice la familia en el último comunicado de este culebrón -porque va para largo- de los derechos de imagen y marca del artista.

Algo que, por cierto, no ocurre en Algeciras con el Museo de Paco de Lucía o nunca tuvieron los linarenses con el museo de su insigne hijo, Raphael. Tampoco ocurre en otros muchos casos en los que al menos no se saca a la luz pública artillería de todo calibre y gusto para forzar un acuerdo que, se quiera o no, tiene que llegar.

 

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Y es que aparte de la polémica que vio la luz el 5 de diciembre, 70 cumpleaños del nacimiento de José Monje Cruz, desde este periódico se advertía ya en 2014 que el contrato firmado con la familia no daba más que para poner un museo de piezas en depósito y exposición pero no para ponerlo a disposición de la promoción de la ciudad y por ende justificara la inversión realizada por el Ayuntamiento.

Eso lo entendió el equipo de gobierno socialista en 2015 que sentó a la misma mesa a la familia del cantaor y a la empresa que desde 2012 llevaba los derechos de imagen y marca de Camarón de La Isla, Below Group, en una reunión que tuvo lugar en el entonces Museo Municipal en septiembre de 2015 con todas las partes en la mesa.

Allí se repasó el convenio de 2014 y aunque la reunión fue una declaración de intenciones para acabar con los tira y afloja de Below Group con el Ayuntamiento -igual que ahora con la nueva empresa-, el primer teniente de alcalde de la época, Fran Romero, fue el primero en hablar de Camarón como “una marca de ciudad”. Y es que ya Camarón era una marca, desde 2014, pero no de ciudad.

Hablaron de buenas intenciones

Por lo que ha podido saber este periódico no se firmaron acuerdos que evitaran lo que está ocurriendo ahora, además de que Below Group resultó ser una de estas empresas con muchas ínfulas y pocas luces dado el resultado de los grandes proyectos que iban a surgir de la marca Camarón de La Isla por todo el mundo. Y que no surgieron.

En esos días de 2015 el nuevo gobierno municipal socialista recién estrenado recibía las críticas del nuevo jefe del principal partido de la oposición -cargo también recién estrenado- y ex alcalde del Partido Popular, José Loaiza García.

Loaiza insistía en que el acuerdo de 2014 fue revisado en su momento por técnicos de la Diputación Provincial de Cádiz, del Ayuntamiento y de la propia familia y todos dieron su visto bueno. "No incurre en inseguridad jurídica. Esta empresa (Below Group) quería dinero, el 20 por ciento de todo, y nos opusimos. Días antes de que se firmara mandó una notificación amenazando con impugnar el convenio en los tribunales. Y no lo hizo, porque no puede hacerlo. Por eso no entendemos que ahora, voluntariamente, el Ayuntamiento quiera darle cabida en el convenio cuando no es necesario”, afirmaba el popular.

Curiosamente el Ayuntamiento -o el Gobierno municipal- se remite ahora al convenio de 2014 para defender que esos derechos de imagen y marca que se les exigen se “sobreentienden” en el contrato original firmado con la familia, independientemente de que se le haya comunicado a la familia la disposición del Ayuntamiento a seguir negociando otras actuaciones que sobrepasen ese derecho de “depósito e exposición” de que goza el Ayuntamiento. Que se insiste desde este periódico, existen y tienen que ser convenidas y abonadas si se diera el caso.

Una carga de profundidad

Esa disposición del Ayuntamiento de San Fernando -que según los representantes de la familia incluso ha puesto sobre la mesa una cantidad fija no aceptada- no está siendo correspondida con la misma discreción por la familia, que en el último comunicado ya dispara a todo lo que se mueve y además lo hace con proyectiles de verdad.

Francisco Moreno representante de la familia, utiliza la artillería pesada trasladando una cuestión de cesión de derechos a una situación muy peligrosa tanto para la familia como para el Ayuntamiento de San Fernando y por ende, para los contribuyentes que son los que al final lo pagan todos.

En la primera nota de prensa del día 5 de diciembre distribuida por Europa Press, Moreno -o la familia del cantaor- afirma que la obra del Museo -llamado Centro de Interpretación Camarón de la Isla- ha finalizado "sin contar con la autorización y el consentimiento de los herederos para hacer uso de la imagen, contenidos y marca Camarón de la Isla”. Y dice más. "La subvención de 3,5 millones concedida para la construcción de este equipamiento en el marco de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) de Cádiz recogía en su expediente que el Ayuntamiento tiene un contrato comercial con la familia y la empresa que tiene los derechos de explotación de la imagen", cuando eso "no es cierto".

Este es el verdadero misil a la línea de flotación del proyecto y del Ayuntamiento por cuanto entra -contrato con la Junta de Andalucía en mano firmado con fecha 16 de octubre de 2017- en una de las cláusulas de rescisión del convenio de concesión de la subvención de 3,5 millones de los fondos de ITI para la provincia de Cádiz.

 Obviamente y a pesar de las declaciones públicas de la familia o sus representantes, las dos partes guardan las cartas que tienen ante la inminencia de un pleito de larga duración o de una negociación bajo presión. Por lo pronto lo que hay es la reclamación para que se demuestre la posesión de derechos que el Ayuntamiento dice que está abonando religiosamente mes a mes a la familia. Y además ni siquiera se ha presentado en el juzgado. Todavía.

Reacciones

Volviendo al principio. No hace falta que el Ayuntamiento de San Fernando ponga a los pies de los caballos a la familia que reclama unos derechos legítimos. Las redes sociales -que aunque no son un elemento significativo por su facilidad de manipulación- ya se dividen entre los que dicen haberse opuesto siempre a la construcción de un museo “con las cosas que hacen más falta en La Isla” y los que piensan que el Museo Camarón debería dedicarse a todos los cantaores de la ciudad, aunque totalmente imposible por cuanto la subvención de la Junta es finalista.

También en el mundo del flamenco -éste sí es significativo- se alzan las voces de grandes aficionados que a lo mínimo no ven con buenos ojos las formas en las que se están haciendo las cosas por parte de la familia y en otros casos se sienten decepcionados con ella. Pero esas son opiniones que no afectan a lo principal que deberán dilucidarlo los tribunales.

Eso sí, el Centro de Interpretación Camarón de la Isla va a tarde tiempo en abrirse.

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