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Martes 26/11/2024
 

San Fernando

2020, de un año "que pasará a la Historia" a un 2021 que "será un año de ensayo-error"

Todo ha sido nuevo en los tres últimos trimestres de 2020, el año que ha parado al mundo, ha querido cambiar a la sociedad y no termina el 31 de diciembre.

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Una astróloga dijo en los micrófonos de Radio La Isla a principios de año que 2020 iba a ser histórico para toda la Humanidad. Dicho sea de paso, la astrología no goza del crédito de la Ciencia pero sí de la ensoñación de los incautos. Si además acierta, la ensoñación toma carta de naturaleza y se convierte en ciencia para los más creyentes.

Fueran las estrellas o fuera la casualidad -o la causalidad, que es más probable- 2020 ha sido un año especial para la Humanidad y pasará a la Historia con mayúsculas como el más negro en un siglo, el de más amplio expectro por encima de las guerras mundiales y el de mayor impacto emocional por cuanto ha dejado desnudo al ser humano prepotente de una sociedad cada vez más convencida de su imbatibilidad.

Obviamente una vez que la pandemia hizo acto de presencia y la premonición resultó cierta, se le preguntó de nuevo a la astróloga sobre el nuevo año, 2021. Y respondió que sería un año de “ensayo-error”. Y ahí ya la astrología se mezcla con la lógica en la que ya está la Humanidad y que se comprobará de forma fehaciente en una prueba constante cuando comiencen a administrarse las vacunas.

Nazaret Medina -la voz de las mañanas de Radio La Isla- tiene esa información al completo y la información sobre ese año a modo de balance gira en torno a ese acontecimiento que ha conmovido los cimientos del mundo moderno y las entrañas de la Humanidad.

Todo balance del año, en lo que a gestión normal y corriente en otros ejercicios informativos se refiera, es subjetiva en este anuario y pasar revista a los procesos administrativos y a la culminación de los proyectos anunciados y no terminados o sencillamente paralizados, está mediatizado por las circunstancias dominantes en los últimos nueve meses del año. Y con la dinámica del ensayo-error ya iniciada.

El año que termina comenzó con la alegría con la que se recibe a los años, Cabalgata de Reyes, caramelos hasta para no pisar los adoquines e ilusión en una cifra mágica, redonda, el 20-20.

Los Reyes Magos de 2020 tras aterrizar el helicóptero de la Policía Nacional en el estadio Iberoamericano de Bahía Sur.

Pero es verdad que siguiendo la información publicada por esta casa, el primer número de 7 de enero ya tocaba aspectos poco halagüeños con respecto al futuro de la ciudad que en algunos casos no se han cumplido porque están en punto muerto, no porque no vayan a cumplirse.

La llegada el año anterior de Castellana Propierties a Bahía Sur y la salida de El Cortes Inglés, con la política de la empresa madrileña sostenida por un fondo buitre, sigue previendo una competencia atroz a un pequeño comercio de la ciudad que ahora, además, ha sido debilitado y en parte aniquilado por la Covid-19. Y sólo está en suspenso.

Los compradores de aquellos pisos de Aifos en la llamada pomposamente Cala del Sol estaban sufriendo las presiones del Banco de Santander, único que se resistía a cumplir las sentencias a favor de los pequeños inversores que primero perdieron el dinero y luego la salud en su lucha contra los gigantes de las financias.

Y la sociedad isleña y la gaditana era golpeada con la muerte de Daniel Nieto Vázquez, político del Partido Popular, el que una vez fuera la esperanza azul y que este año iba a pregonar por segunda vez la Semana Santa de San Fernando. Murió el hombre y dejó el pregón escrito con la calidad de un consumado maestro de la prosa y el verso, la conjunción que no se prodiga a pesar de que se espera un ‘milagro’ cada Semana Santa. La de este año no necesitaba milagro porque el pregonero era Daniel Nieto. 

El último adiós a Daniel Nieto Vázquez, el pregonero de la Semana que escribió su pregón pero no llegó a pronunciarlo.

 El Carnaval dio paso a la antesala de la Cuaresma y el Ayuntamiento se mantuvo en la idea de trasladar toda la actividad al centro de la ciudad, lo que teniendo en cuenta que el Carnaval de La Isla es como es, aún no se ha comprobado si eso es bueno o malo o todo lo contrario.

 

Y ahí se paró el tiempo

Y ahí acabó todo. Se paró el tiempo y de una simple gripe que llegaba de China -dicen- se pasó a una pandemia que en poco tiempo convirtió el mundo y la ciudad en un escenario nunca conocido por persona viviente y si vivido en algunos casos de longevidad aislados, jamás recordados.

El Gobierno de la Nación mandó cerrar todos los establecimientos de productos no esenciales y toda actividad no esencial. Los coches patrulla de las policías Local y Nacional patrullaban las calles y de forma anónima todos reconocieron a la fuera el valor de unas profesiones que hasta entonces había pasado desapercibido.

Cada día durante tres meses la gente encerrada en sus casas salía a los balcones y aplaudía a los sanitarios, a la policía, a los bomberos, a los tenderos, a las cajeras del supermercado...

Todos hablaron de que esa pandemia iba a traer un mundo mejor, más humano, más solidario, capaz de valorar lo que hasta entonces no se había valorado.

Llegó el mes de mayo y la recta ascendente de contagiados y enfermos cuyo número real nunca se conocerá se había convertido en una curva descendente hasta que el Gobierno de la Nación estableció la llamada desescalada, la posibilidad de salir a pasear, a hacer deporte -¡cuántos deportistas estrenaron chándal aquellos días para poder llegar más lejos del kilómetro permitido a los peatones simples!- y la llegada del verano comenzó a desacreditar todos los pronósticos.

El verano trascurría con aparente normalidad y los espectáculos que en otras ocasiones llenaban el centro de gente -sobre todo cuando el centro estaba lleno de gente, hágase la salvedad- se habían limitado a pocas personas sentadas en sillas aisladas y unidades de convivencia.

A esas alturas del estío lo de la cita previa ya era moneda de curso común y lo que coger tres citas una sola persona lo es desde tiempo inmemorial. Por eso se quedaban sillas vacías en muchas ocasiones.

 

EL COLEGIO

La preocupación en esos momentos estaba en las familias con hijos en edad escolar y sobre todo en la nefasta política de comunicación de las Administraciones competentes que tenían la habilidad de calentar los ánimos cada vez que intentaban amainar la tormenta.

Hubo convocatorias para que los niños no entraran en clase hasta que se les asegurara que no se contagiarían y se convertirían en transmisores del virus a sus familias, sobre todo a los de más edad.

Los maestros y profesores que durante el confinamiento asistieron a un entrenamiento exhaustivo en todas las materias de supervivencia pusieron sobre la mesa planes de todo tipo y la Junta de Andalucía los suyos. Pero todos reconociendo que la cuadratura del círculo era imposible si se pretendía tener menos alumnos en las clases con los mismos profesores.

Llegó el mes de septiembre y se impuso la lógica de que no pasan las cosas porque Dios no quiere, no porque no se le ponga empeño, pero he ahí que los miedos se fueron convirtiendo con los meses en tranquilidad.

Las primeras semanas fueron noticia las clases que quedaban clausuradas por un positivo y conforme pasaba el tiempo y se iba conociendo más sobre la incidencia del virus a las distintas edades, las especificaciones se iban suavizando y a todo lo más se confinaban grupos hasta que al final ya se aceptaban a los niños que tras el positivo y una semana sin síntomas se admitía que no contagiaba. O se obligaba a admitir.

 Se que 2021 va a ser el año del ensayo-error y que 2020 ya lo estaba siendo. Y así es en realidad porque los científicos se han encontrado desde el principio con un virus absolutamente desconocido, tremendamente complejo y operativamente desconcertante.

En ensayo-error ha sido la tónica general en todas las medidas que se han tomado y se siguen tomando y en muchos casos los errores son garrafales. Todo hasta que se ha sabido -más que saber se intuye o se deduce- que los más pequeños que en un principio era candidatos a ser los principales vectores del contagio, se contagian menos porque tienen las defensas más potentes y transmiten menos porque la carga vírica es menor. Todo ello hasta que las conclusiones, deducciones y intuiciones digan lo contrario.

Razonablemente bien

Los centros de San Fernando desarrollan ahora el curso con una razonable normalidad gracias a esas ventajas de los niños y a la paciencia de un profesorado que desde el principio de la pandemia se ha encontrado con la capa social más colaborativa, disciplinada y responsable de entre todos los sectores sociales.

Los niños han sido el ejemplo a seguir -no hay maestro que no lo haya dicho y si no lo ha dicho es porque no se lo han preguntado- y no precisamente el más seguido, como demuestra la segunda ola que dicen que se ha pasado pero que viene la tercera.

Tales circunstancias y la asunción por parte de las autoridades sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la transmisión aérea del virus en lugares cerrados convergen en la situación actual en la que prima la ventilación de las aulas abriendo ventanas a falta de sistemas de renovación del aire que no existen, como tampoco los aires acondicionados cuando no había virus ni la calefacción desde que dejaron de poner en las clases las estufas catalíticas en el último cuatro del siglo XX.

Al final resultó que lo mejor para mantener el ambiente sano es lo que decían nuestras madres y abuelas. Lo primero es ventilar. La habitación y la cama. Fuera miasmas.

 

La gente salía a la calle cumpliendo las normas al principio aunque algunos no las cumplieron nunca y luego, poco a poco, la convivencia se fue relajando, se abrieron las fronteras al turismo porque es el sector predominante en una España pensada para dar trabajo a albañiles, camareros y la mayoría pensaron que la todo había pasado, que fue una pesadilla y que en todo caso habría que esperar al invierno para que llegara la anunciada segunda ola.

Y llegó. Pero no en invierno. En octubre.

El Gobierno de la Nación, criticado por haber tomado el mando único que se necesitaba en una situación excepcional, cedió las competencias y las responsabilidades a las Comunidades Autónomas y Comunidades y Autónomas y Gobierno de la Nación la responsabilidad solamente a los ciudadanos, sin voz ni voto.

A 28 de diciembre de 2020 -año histórico como predijo la astróloga- se dice que se ha pasado la segunda ola, se han abierto de nuevo las puertas para “salvar las Navidades” como antes se hizo para salvar el turismo y ya se espera la tercera ola para primeros de año.

Hace tiempo que no se aplaude a los sanitarios. Ni a la Policía. Ni a la cajera del súper.  

El parón de los proyectos de futuro

El Gobierno municipal comenzó el mes de febrero poniendo sobre la mesa los presupuestos para 2020 con unas inversiones previstas de siete millones de euros que acogían los proyectos que se vienen arrastrando desde 2015 ha terminado el año con la presentación de otros presupuestos con 6,5 millones de euros.

Sin embargo, los proyectos previstos en las inversiones de 2020 no han visto la luz y las grandes realizaciones anunciadas desde 2015 también siguen pendientes.

Lo que en otro caso hubiera sido el centro de la polémica política pasó en el mes de marzo a un segundo plano y tanto el Gobierno local como la oposición se centraron en lo perentorio, que era habilitar dinero y sobre todo agilizar burocracia para atender unos Servicios Sociales a los que iban todos aquellos que el confinamiento había dejado sin subsistencia, que no eran pocos.

Los demás sectores perjudicados quedaban a expensas de las ayudas del Gobierno de la Nación, pero la gente de a pie estaba bajo el amparo municipal. La alcaldesa de San Fernando anunció en la tercera semana del mes de marzo que el Ayuntamiento iba a destinar 6,6 millones de euros para paliar los efectos económicos y sociales de la pandemia y se suspendió el calendario de pagos de impuestos.

El 24 de Septiembre de 2020 fue un homenaje al cine. Paradójico, porque será un año en un futuro muy cinematográfico.

Un comité de seguimiento de la crisis daba cuenta todas las semanas de lo acordado una vez analizado el resultado de los siete días anteriores en todos los aspectos, desde sociales a policiales y la alcaldesa aseguraba que el Ayuntamiento de San Fernando “llegará a donde no lleguen las demás Administraciones” en referencia a las ayudas anunciadas por la Junta de Andalucía y el Gobierno de la Nación a los perjudicados por las medidas excepcionales aplicadas.

A esas alturas ya se había suspendido la Semana Santa que independientemente de su carácter religioso es una de las principales fechas para la hostelería y el comercio, los sectores más perjudicados y de los que depende la mayor parte de la economía de la ciudad.

El Ayuntamiento estableció tres líneas de ayudas para los autónomos, pequeñas empresas, artistas que se vieron recompensados luego con un tímido verano de espectáculos de artistas locales...

El mes pasado se resolvió la tercera línea de esas ayudas cuando muchos de los beneficiarios de la primera ya las habían cobrado y los de la segunda estaban a la espera. Decía así la oposición municipal.

III JORNADAS DE PERIODISMO
El Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León acogió un año más, aunque con aforo reducido, la celebración de las Jornadas, con las que la ciudad y Publicaciones del Sur conmemoran cada año el aniversario del decreto de la Libertad de Imprenta (210 años en este 2020) y el de la fundación del propio grupo editorial (32 años de trayectoria).

La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, fue la encargada de dar la bienvenida, acompañada por el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, la presidenta de la Diputación, Irene García, el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y el consejero delegado de Publicaciones del Sur, José Antonio Mallou. En su intervención, Cavada animó a la prensa a “dar información y tranquilidad ante tanta desinformación, porque ésta puede ser más perjudicial que un virus”. Una idea en la que también incidió Antonio Pulido, quien invitó a los medios a “reconstruir lo que se está construyendo”, mientras que Juan Marín dijo echar en falta “poner más en valor las noticias positivas”, así como Irene García puso de ejemplo la labor de compromiso y unidad que están poniendo de manifiesto tantos ayuntamientos.

Y LA GENTE SALIÓ A LA CALLE

El día 2 de mayo fue uno de los días más especiales en San Fernando en este año 2020. Ese día que es histórico en Madrid y en España como en La Isla en 24 de Septiembre fue el primero que la gente pudo salir a hacer deporte, a pasear o a disfrutar del aire libre después de 48 días de confinamiento total.

Para ello se arbitraron diversos horarios en función del tipo de persona y actividad. Los deportistas por la mañana temprano y por la tarde y mayores y familias -al principio niños con uno de los progenitores- a lo largo de la mañana y la tarde.

Era el momento más emocionante después de todo lo vivido, de anécdotas de gente saliendo a la calle con las más diversas -y a veces divertidas- excusas, sobre todo con las mascotas que nunca antes habían tenido tanta atención de sus dueños.

Y a partir de que se fue abriendo la mano al pasar las semanas de los periodos de desescalada la ciudad comenzó a ser casi como era antes. La imagen de San Fernando completamente limpia, con el barrendero simplemente pasando la escoba casi por compromiso que para algo estaba allí, se deshizo como azucarillo y volvieron los envoltorios de golosinas, los papeles, los pañuelos y un nuevo elemento que al final no se prodigó más de lo deseado: las mascarillas usadas.

En ese mes el Ayuntamiento anunciaba una inversión de 19,54 millones de euros en obras públicas con el fin de dinamizar la ciudad. En ese dinero se incluían los proyectos históricos que no habían comenzado y aquellos que se habían interrumpido por la pandemia, como la obra del entorno del Ayuntamiento.

EL VERANO Y LA PLAYA

El Gobierno municipal de San Fernando tenía claro que la playa de Camposoto abriría al público cuando las condiciones sanitarias lo permitieran, no antes como pedían otros municipios costeros con un gran peso del turismo. La Junta de Andalucía permitía la apertura el 25 de mayo y se permitió el paso a la playa, hasta entonces prohibido, aunque sin los servicios públicos instalados.

La alcaldesa, Patricia Cavada, tenía en contra varias razones para no hacerlo, sin contar que la playa de Camposoto nunca ha contado con servicios en esa fecha. Se estaban ejecutando las obras de la pasarela peatonal y carril bici que habían tenido que interrumpirse por errores en el proyecto y la carretera estaba cortada desde la rotonda de la primera pista. Sólo una pasarela permitía el paso sobre la arena y la gente se concentraba en la zona más cercana.

A finales del mes de mayos se adjudicaron los servicios de playa con la intención de que estuvieran listos antes del 15 de junio. Los planes de contingencia que exigía el distanciamiento social no tenían problema para su implantación en una playa a la que le sobraba arena para todos y más que llegaran y finalmente se inauguró con las medidas de seguridad exigidas pero en un acto con toda la clase política y carpa incluida a costa de la Junta de Andalucía el paseo peatonal paralelo al caño.

Inauguración de la pasarela de la playa y apertura de la carretera.

La carretera nueva todavía está en obras porque durante todo el verano pararon los trabajos para que la gente pudiera disfrutar de la playa, pero la pasarela que costó 4,5 millones de euros y el nuevo módulo 5 Estrellas para personas con movilidad reducida, además del cambio de color de casetas y torres de vigilancia, centraron los motivos del Gobierno local para sacar pecho por la gestión realizada.

Lo último que se sabe sobre carretera nueva, que se cortó de nuevo al tráfico tras la temporada de playa, es que podría estar terminada en el mes de marzo. Si no pasa nada.

 

Y HASTA HUBO FERIA

Un sencillo acto en la plaza del Rey junto a la portada conmemorativa del 200 aniversario de la Feria del Carmen y de la Sal sirvió para dar comienzo a una celebración en la que destacó la exposición de carteles y fotografías antiguas que se agrupan en distintos espacios entre la Plaza del Rey y la plaza de la Iglesia.   

 La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, y concejales del equipo de gobierno estuvieron presente en el recorrido que tuvo una parada especial en el Centro de Congresos, donde tiene lugar hasta el día 19 una exposición de los diseñadores isleños Verónica de la Vega y Álvaro Baturone.     

Ambos explicaron su trayectoria, la primera como una figura de la moda que es y el segundo dando un ejemplo de humildad y de entusiamo por aprender y desarrollarse en este difícil mundo.    

En la plaza de la Iglesia tuvo lugar la primera de las actuaciones después de que el pasacalles con motivos feriales hiciera acto de presencia en los actos de la inauguración.     

No hubo aglomeraciones más allá de lo que es un día normal de verano y ha sido la tónica general. Y si alguien se quitaba la mascarilla, ya se encargaban de decirle desde el escenario, el artista que estuviera más cerca, que hiciera el favor de ponérsela que así estábamos todos mejor. Y bien separados unos de otros.

La del año que viene será la 201 edición.

LA PRIMERA CORBETA

La empresa Navantia llevó a cabo con éxito la maniobra de botadura de la primera de las cinco corbetas construidas para la Marina de Arabia Saudí (RSNF) a las las 17.22 horas de la tarde del miércoles 22 de julio. El buque, bautizado con el nombre de Al-Jubail, se deslizó desde la grada número 2 hasta el mar en el astillero de San Fernando en un acto presidido por el Comandante de la Marina Saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; por la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá; por el CEO en funciones de SAMI, Walid Abukhaled y por el Alardiz, vicealmirante Ricardo A. Hernández López. En el mes de noviembre se botó la segunda de las corbetas en el mismo escenario.

 

El programa de las corbetas para Arabia Saudí, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales. Por otro lado, el contrato también incluye el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida, anteriormente citado, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah.

 

RESUCITAN LOS 'MUERTOS'

Poco a poco comienzan a resucitar algunos de los ‘muertos’ que tiene la ciudad en forma de proyectos estancados. El Pabellón de la barriada Andalucía viene de los tiempos del Plan E del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. O sea, de la anterior crisis en la que se inyectó dinero público a las empresas para que la economía no se estancara y que consiguió subir la deuda española varias decenas de puntos y construir una serie de equipamientos de dudosa necesidad y de final para olvidarlos.

El Pabellón Deportivo ‘Enrique Márquez Muñoz’ -que es el nombre que se ha dado al Pabellón Andalucía al que nadie se atrevía a meterle mano- de la barriada Andalucía ya ha abierto sus puertas, y por fin la ciudad puede disponer de estas instalaciones multiusos tan demandadas por los vecinos y por los clubes de deporte base de San Fernando que reclamaban nuevos espacios para sus entrenamientos.

El Gobierno municipal ha podido inaugurar también una fase del parque astronómico del Barrero y sobre todo el flamante Centro de Adultos María Zambrano en la plaza de San José, donde estaban los Juzgados.

Otro de los proyectos como el antiguo Parque de la Historia y del Mar está encauzado en el centro de formación de Navantia y el gran proyecto turístico del Museo Camarón o Centro de Interpretación también ha sido construido a pesar de que se tuvo que readjudicar la obra. El problema ahora es el contencioso abierto por la familia de José Monje Cruz contra el Ayuntamiento por los derechos de marca e imagen que impiden la inauguración.

Peor suerte van a correr los propietarios de casetas de pescadores de la Casería de Ossio toda vez que Costas han enviado requerimiento para derribarlas junto a los dos bares de la zona. Las alegaciones de los interesados han sido desestimadas por Costas por lo que el procedimiento sigue adelante. A todo lo más puede dilatarse si los perjudicados deciden presentar batalla en los tribunales.

En cuanto a la Edusi, desde el Gobierno local se dice que el Ministerio de Hacienda ya tiene el visto bueno de proyectos por 3,8 millones de euros aunque por ahora la primera obra Edusi construida y ya funcionando es la eliminación de la pieza de La Almadraba, una reivindicación histórica -pero histórica de verdad- que ya no da vergüenza de mirar.

Augusto Ferrer-Dalmau visitó San Fernando para conocer el emplazamiento de su nueva obra en el Museo Naval. 'El último combatre del Glorioso' ya puede admirarse en San Fernando.

La gestión de la pandemia sacó a relucir el trabajo de muchos colectivos, desde la Policía hasta los trabajadores del supermercado. Una representación de ellos han sido nombrados Reyes Magos, Heraldos Reales y Estrellas de Oriente.

 

DE SOLIDARIAS A EMPRENDEDORAS

Silvia María Torrejón García y Sara María Domínguez Gálvez han patentado una mascarilla de protección de nariz y boca, con la particularidad de disponer de una ventana transparente central para poder leer los labios. Permite la comunicación a personas con discapacidad auditiva que, por culpa de la utilización de máscaras faciales protectoras convencionales opacas, no se pueden comunicar bien al no poder ver las expresiones y rasgos de labios y bocas.    

Estas dos mujeres junto con otras muchas de La Isla y de las ciudades de los alrededores pusieron en marcha el colectivo Puntadas Solidarias que confeccionó más de cinco mil mascarillas en plena pandemia y cuando escaseaba este material incluso en los hospitales.    

La intención de estas dos mujeres con estas mascarillas es más loable aún, por cuanto Sara Domínguez ya adelantó a este periódico antes de obtener la patente que pretende que se confeccionen en San Fernando y por aquellas mujeres que cuando estalló la pandemia mostraron su solidaridad con la sociedad en general.    

Eso ya está suponiendo -porque la empresa está ya en marcha- una fuente de trabajo para personas que tienen más que difícil su acceso al mercado laboral por cuanto la edad media de las trabajadoras que ya están contratadas es de 50 años de edad.    

No obstante, aún quedan pasos por dar antes de poner el proyecto en marcha, como es la homologación que está pendiente de los organismos competentes. 

“Durante el confinamiento ya las teníamos patentadas y antes de emprender las donamos a todos centros médicos de San Fernando y al hospital de San Carlos y Puerta del Mar, así como a sanitarios de emergencias que tenían una compañera con discapacidad auditiva. Las elaboramos con todos los materiales homologados, los mismos del listado del ministerio de industria y Comercio del gobierno de España”. “Tenemos clientes satisfechos en toda España los que están informados

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