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Sanlúcar

Sanlúcar distingue a Narciso Climent y Eduardo Rangel

Homenaje en el Día de la Ciudad por su labor de difusión de la historia de la ciudad y por la concienciación sobre la donación de órganos respectivamente

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  • Climent, Rangel y alcalde. -

Los sanluqueños distinguieron el pasado martes, coincidiendo con la celebración de la festividad del patrón de la ciudad, San Lucas Evangelista, la labor de Narciso Climent y la Fundación Donando Vidas que preside Eduardo Rangel, en un acto institucional celebrado en el Auditorio de La Merced.

El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, fue el encargado de hacerles entrega de las Insignias de Oro de la ciudad, así como de una copia del Privilegio Rodado de Sanlúcar, como muestra del reconocimiento de la ciudad hacia la labor que desempeñan en sus respectivos ámbitos.
El público asistente recibió a los homenajeados con un largo aplauso mostrando su satisfacción por los reconocimientos otorgados por el Ayuntamiento de la ciudad.
Narciso Climent Buzón, sacerdote, profesor, investigador y cronista, recibió la insignia “por su compromiso social y divulgativo con la Historia de los sanluqueños y sanluqueñas”, recogidos especialmente en su magna obra -diez tomos- titulada ‘Historia social y económica de Sanlúcar de Barrameda’. La Fundación Donando Vidas, representada por su alma mater y presidente, Eduardo Rangel, por “la labor que realiza a través de retos deportivos únicos para conseguir la donación de órganos”.

Dedicación

Fue el alcalde de Sanlúcar el encargado de describir la labor de cada uno de los premiados, ensalzando en el caso de Narciso Climent el hecho de ser “una persona de muchos perfiles”. “Su trabajo, generosidad y talento es tanto que se hace difícil abarcarlo en unos minutos”. Víctor Mora lo definió como “el más grande historiador vivo” por su trabajo en la Historia Social y Económica de Sanlúcar, y no quiso olvidar su faceta de maestro, en la escuela y en el púlpito “ejerciendo como maestro de la vida” y una persona “extraordinaria”.
Unas palabras que emocionaron al capellán de Bajo de Guía, que se recupera de un problema de salud que le ha mantenido en los últimos meses en el hospital. De hecho, fue la hermana del homenajeado, Pepi Climent, quien subió junto a él al escenario y quien dedicó unas palabras de agradecimiento por reconocer “el compromiso social y divulgativo de la historia y los valores de Sanlúcar”, así como a la labor de Eduardo Rangel y a las personas que en estos últimos meses se habían interesado por la salud de Narciso Climent.

Al presidente de la Fundación Donando Vidas, el alcalde de Sanlúcar agradeció que, a través de su labor, Eduardo Rangel haya sembrado “esperanza para una segunda vida”  trabajando para concienciar sobre la importancia de la donación de órganos a través de la superación deportiva. Mora destacó igualmente los “más de 20.000 nuevos donantes de órganos conseguidos” a través de sus desafíos deportivos, respaldados por la Organización Nacional de Transplantes y la Junta de Andalucía. “Gracias a Donando Vidas nos hemos concienciado y nos hemos hecho donantes”, aseveró el alcalde recordando como Eduardo “supo reconducir la rabia y la impotencia por la pérdida de su madre, que no tuvo oportunidad de encontrar un donante”. “Se calzó las zapatillas y aún no ha encontrado meta que lo pare. Esa carrera es por todos nosotros, por nuestros enfermos, por nuestro presente, por nuestro futuro”, añadió. Por último, el regidor hizo una petición al homenajeado. “Eduardo, no dejes de correr, de soñar y de sembrar esperanza”, le pidió.

El presidente de la Fundación Donando Vidas tuvo presente en su discurso a todas las personas e instituciones que se han sumado de alguna u otra forma a la causa y que han contribuido a que la Fundación Donando Vidas recibiera este reconocimiento. “ser profeta en la tierra de uno es muy difícil”, reconoció con orgullo Eduardo Rangel.

“Recibimos lo que damos. Así es Donando Vidas”, apuntó Rangel, agradecido por recibir la generosidad del pueblo de Sanlúcar a una labor que nació de una necesidad “de lo injusto que es que alguien se vaya cuando se puede evitar”. “Este premio no es sólo mío sino de un grupo de personas fieles a mis sentimientos”, dijo el presidente de la Fundación, que tuvo palabras de agradecimiento para sus amigos del AD Guadalquivir, compañeros y familiares que le acompañan en la Fundación, con especial mención a su madre Puri y a su mujer y sus hijas “las dos mujeres de mi vida”.

Por último, Rangel quiso sumarse a la felicitación por la distinción recibida a Narciso Rangel, quien fue su profesor y a quien dedicó estas palabras: “La vida no se acaba con nuestra marcha. Estás siempre en nuestro corazón. Felicidades por este premio”.

Al acto asistieron familiares y amigos de los homenajeados, así como los miembros de la corporación municipal con excepción del grupo municipal Por Sanlúcar Sí se puede, la presidenta de la Fundación Casa Medina Sidonia y el director del Instituto Andaluz de la Juventud, así como la directora provincial de este ente.

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