Uno de los viales más transitados y comerciales de Sanlúcar es la Calle Barrameda. Su actividad es permanente a lo largo del año pero la situación cambió en el mes de marzo cuando sus tiendas cerraron sus puertas tras decretarse el estado de Alarma en España por la expansión del coronavirus en el país y en el resto del mundo.
La mayoría de los comercios volvió a abrir sus puertas el día 11 de mayo. Dos meses sin atender a los clientes provocó como es lógico numerosas pérdidas económicas pero había que aguantar el chaparrón, nunca mejor dicho porque durante el confinamiento se registraron numerosas precipitaciones en la ciudad.
La presidenta de los comerciantes de la Calle Barrameda, Vanesa Ortega, recuerda que “cuando volvimos a abrir nuestros negocios recibimos a muchos clientes, no en todas las tiendas. Durante los primeros 15 días se realizaron muchas compras, que hay que entender como normal porque muchas personas estuvieron durante mucho tiempo sin salir de casa. Después bajó la presencia de clientes. Durante las primeras semanas el horario era matinal y la cita previa, que ya no existe, la dejábamos para la tarde”.
Esta estrecha calle cuenta con 68 comercios que se han ido adaptando a la “nueva normalidad”, esa frase que tanto se escucha en las últimas semanas. En la lista aparecen numerosos sectores, como alimentación, peluquería, zapatería infantil y de adultos, tienda de ropa de niños y mayores, decoración, electricidad, hogar, frutería, óptica, bicicleta, farmacia, librería, informática, móviles e internet, incluso una panadería de pan antiguo.
Vanesa Ortega resalta que “la Calle Barrameda es muy transitada y la presencia de clientes es diaria”.
Robos y timadores
Los comerciantes de esta zona de Sanlúcar de Barrameda tienen la escopeta ‘cargada’, valga esta expresión, porque tras muchas semanas de sacrificio por culpa de la pandemia están siendo acosados por los ‘amigos de lo ajeno’ cuando las tiendas están abiertas, de ahí que pusieran en marcha el grupo de vigilancia. El mismo se encarga de avisar la presencia de algún sospechoso, que en muchas ocasiones es más de uno. Lo mismo ocurre con la presencia de timadores, que vistiendo con buena presencia exigen el pago de la luz y además con malas maneras. La directiva de los comerciantes de la Calle Barrameda comunica que son personas que “aparentan una cosa y después son todo lo contrario” y que además actúan en grupo.
Por este motivo, estima como muy necesario la presencia de la policía. Una situación que han hecho constar a distintas áreas del Ayuntamiento, que ya conocen estas actuaciones que ponen en alertas a los comerciantes no sólo de este vial sino de otros como los de la Calle Santo Domingo, Ancha y otras zonas de la ciudad.
Durante estos años atrás, los comerciantes de la Calle Barrameda, que tienen como vicepresidente a Miguel Ángel Quintero y como secretaria a Joana Larios, han celebrado jornadas de puertas abiertas. Vanesa Ortega entiende que “habrá que esperar a que haya más normalidad para pensar este tipo de eventos. Siempre hemos solido organizar fiestas para atraer al cliente pero es mejor esperar y ver como transcurre todo”.
Resalta que “los comercios de la Calle Barrameda son tradicionales y familiares. Los clientes confían en los dueños de las tiendas, incluso los que vienen de fuera”.
