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Sevilla

SE-40: Ni Sur, ni Norte

Sevilla perderá los 30 millones consignados para el arco Norte al demorarse su licitación a 2023

Publicado: 06/03/2022 ·
23:27
· Actualizado: 06/03/2022 · 23:27
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  • El plano de la SE-40. -
  • La ministra también anunció que el anteproyecto sobre el cruce del río se conocerá a fin de año, cuando debería estar en abril

En el mes de julio de 1995 se dictó la resolución administrativa por la que se ordenó la realización del estudio informativo de la denominada ronda de circunvalación exterior de Sevilla, la SE-40, con el objetivo, entre otros, de descongestionar la ronda SE-30, que había quedado saturada tan sólo tres años después de clausurada la Expo-92.

Han pasado desde entonces 27 años, pero si se opta por poner el contador a cero a partir del 9 de abril de 2007, fecha en que comenzaron los primeros trabajos sobre el terreno para la construcción del primer tramo, entonces se llega a la conclusión de que en 15 años sólo se han puesto en servicio 38 kilómetros de los 77,6 que se proyectaron, es decir el 49% en números redondos.

La media es sonrojante: tan sólo 2,3 kilómetros de autovía construidos cada año. Si se sigue a este ritmo, y dado que quedan por construir 39,6 kilómetros, se tardaría 16 años más en terminar la ronda exterior, es decir para 2038. Un poco más -y ya veremos si no sucede así- y acabará coincidiendo el nombre de la carretera con el del año de su conclusión. Una tardanza digna del libro Guinness de los récord.

Anillo sin cerrar

Para colmo se ha dado prioridad a los tramos del arco Sur de este anillo viario, pese a que en enero de 2010 el Gobierno de Zapatero ordenó, bajo el eufemismo de la “reprogramación”, la paralización de los túneles bajo el río Guadalquivir, que equivalía a paralizar el tramo pendiente de 5,5 kilómetros entre Coria y Dos Hermanas.

Paralización más por razones económicas -elevado déficit público tras la crisis financiera de 2008 por el estallido de la burbuja inmobiliaria, que obligó a detener en seco proyectos de infraestructuras para ahorrar costes, como hizo también la Junta de Andalucía durante la Administración socialista- que técnicas, aunque éstas han sido las esgrimidas por el Gobierno de Sánchez para reevaluar cuál es la solución más idónea para salvar el río, si túneles o un puente, con un estudio de dos años de duración adjudicado en junio de 2021 a la UTE formada por la consultora sevillana Ayesa (que previamente había redactado el proyecto de los túneles) y la madrileña Fhecor.

Así pues, al cabo de 15 años la provincia de Sevilla sólo tiene menos de la mitad de una ronda por el Sur pero interrumpida por el Guadalquivir, cuando si se hubiera dado prioridad a la mitad Norte al menos podría haber interconectado las autovías A4 (hacia Córdoba y Madrid); la A66 (la ruta de la Plata en paralelo a la raya portuguesa) y la A49 (a Huelva y Sur de Portugal), con todo lo que ello habría supuesto de descongestión de tráfico y ahorro de tiempo para los transportistas y conductores en general.

El anteproyecto

¿Cuáles son ahora las perspectivas de futuro inmediato, tanto para el arco Sur como para el arco Norte de esta ronda de circunvalación?

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se ha prodigado por Sevilla con el nuevo año, ya fuera para participar en foros periodísticos, ya para la inauguración de la nueva terminal del aeropuerto de San Pablo.

En una de esas comparecencias públicas recordó que ha sido el Gobierno de Pedro Sánchez el que, tras casi diez años de obras paralizadas, “ha retomado la actuación del paso de la SE-40 por el Guadalquivir, de manera que antes de finalizar el año se someterá a información pública el anteproyecto en el que se estudian las diferentes alternativas”.

Estas palabras pueden estar encubriendo un nuevo retraso, ya que según el pliego técnico del concurso convocado para el estudio de las opciones de cruce del río, adjudicado a Ayesa-Fhecor, la segunda parte de la Fase II, que consiste en el sometimiento a información pública y evaluación de impacto ambiental del anteproyecto, debe tener una duración de seis meses entre el 24 de abril y el 24 de octubre, es decir iniciarse antes de dos meses y no antes de final de año, como ha anunciado la ministra.

Raquel Sánchez no ha dicho nada de que el pasado 31 de enero su Ministerio adjudicó otro contrato, al margen del firmado hace ocho meses con la UTE Ayesa-Fhecor, para, en este caso, encomendar a la consultora Siport XXI un informe sobre el gálibo de la SE-40 sobre el Guadalquivir. Para los no iniciados, el gálibo es la altura libre que queda entre el tablero de un puente y el nivel del agua.

Otro estudio paralelo

Por tanto, puede interpretarse que el Ministerio está apostando por la solución puente antes que por la de los túneles -de hecho renunció a su construcción cuando ya estaban iniciados y ahora tramita la indemnización a las empresas constructoras, que compraron a un coste multimillonario una tuneladora diseñada exprofeso para tal trabajo-.

Y estaría gastando el dinero (14.900 euros, sin IVA) en un estudio que teóricamente correspondería hacer a Ayesa y Fhecor, ya que cuando licitó el estudio que adjudicó a dicha Unión Temporal de Empresas (UTE), anunció que para la solución de un puente la adjudicataria debería definir “diversas alternativas de pendientes y rampas, diferentes velocidades de proyectos, diferentes gálibos, el cumplimiento de las distancias de visibilidad en cada caso, las condiciones de seguridad, etcétera”.

Y, además, cabe preguntarse  si tuvo sentido la adjudicación del estudio sobre la opción puente o túneles  sin haber definido previamente la altura del gálibo, del que depende desde el paso de buques hacia el puerto de Sevilla hasta el diseño de aquél. El Ministerio empezó la casa por el tejado.

A la vista de que la adopción de la decisión sobre el puente o los túneles tiene dos años de plazo, en la hipótesis de que no se produzcan los retrasos que ya me estoy  temiendo, y de que la solución técnica que se elija puede tardar en materializarse al menos cuatro años más, al nuevo alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, se le ocurrió decir algo tan lógico como que por qué mientras tanto no se avanza lo más posible en las obras del arco Norte de la ronda de circunvalación que quedan por terminar (más bien por empezar), desde el Aljarafe hasta La Rinconada (o sea, su pueblo natal), y donde “no hay -aseveró- dudas en el plano técnico”.

Inmediatamente, la ministra declaró que se alineaba con el planteamiento del alcalde sobre la SE-40, unas palabras con cierto tufillo político, como para darle a Muñoz el mérito de ser el artífice del futurible inicio de las obras en esos tramos, para que lo rentabilice en las elecciones municipales, cuando para hablar con propiedad está siendo el alcalde el que se alinea con el Ministerio, o al menos con sus técnicos, ya que cuando la ministra llegó al cargo en pleno verano de 2021 ya estaban diseñados los proyectos del Departamento que se iban a incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 2022.

Y en las Cuentas públicas para el año en curso puede leerse que para el sector Norte-Noroeste de la SE-40 hay consignados 15.316.000 euros en el tramo Espartinas (A-49)-Valencina de la Concepción (SE-150), de 5,2 kilómetros de longitud; y 15.000.000 euros en el tramo Valencina (SE-150)-Salteras (A-66), de 8,9 kilómetros.

Más retrasos

Por tanto, antes de que Muñoz se expresase en tal sentido ya estaba previsto iniciar en este 2022 dos tramos del arco Norte de la SE-40, y con el dinero consignado en los Presupuestos.

Sin embargo, en un encuentro organizado en Sevilla por la cadena SER el pasado 25 de febrero, la ministra de Transportes habló de otras actuaciones de futuro en materia de carreteras, “como -dijo- la actualización de los proyectos de la SE-40 de los tramos Espartinas-Valencina y Valencina-Salteras, en los que se está trabajando intensamente con el objetivo de licitar las obras el año que viene”.

Atención, el término “actualización” implica un nuevo retraso. Si mal no recuerdo, el proyecto de actualización ya se acordó en junio de 2020, y casi dos años después Raquel Sánchez vuelve a referirse al mismo y, peor aún, afirma que las obras se licitarán ¡en 2023!, con lo que se batirá otro récord en la SE-40 de casi un decenio sin licitación alguna.

Y si se licitan las obras en 2023 eso significa que los 30,3 millones de euros incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para este año tampoco se gastarán en Sevilla y se perderán por el camino o “reaparecerán” en las Cuentas del año próximo.

Así pues, da igual que la ministra se alinee con el alcalde en su vindicación de que se avance en las obras del arco Norte de la SE-40 cuando va a pasar otro año sin asfaltar un solo metro de carretera. n

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