Rodrigo Sánchez 'Rodri' ha sido el principal protagonista en los partidos disputados hasta el momento del Europeo de 2024 de la selección sub-21 al ser nombrado mejor jugador (MVP) de los duelos ante Rumanía y Croacia, lo que para el Betis supone un 'déjà vu' y, en el plano práctico, un escaparate de primer nivel para su futbolista.
No es exactamente ese fenómeno conocido en español como paramnesia al que alude el Betis, que elogia una situación real repetida dos veces consecutivas y el 'déjà vu' es la ‘alteración de la memoria por la que el sujeto cree recordar situaciones que no han ocurrido o modifica algunas circunstancias de aquellas que se han producido’ (Fundeu).
Lo de Rodri sí se ha producido, a sus 23 años sigue dando pasos en su progresión, en ocasiones geométrica, y su aportación a la selección de Santi Denia supone uno más en una temporada en la que el centrocampista de Talayuela ha jugado treinta partidos en los que ha metido dos goles y dado tres asistencias en el equipo que comanda el chileno Manuel Pellegrini, su mentor.
“Obviamente estos son torneos de mucho prestigio y te dan lugar en el mercado y en tu club. Es importante hacerlo bien porque la selección te abre muchos caminos y espero seguir así porque será bueno para mi futuro”, dijo Rodri tras su actuación ante el combinado croata.
Cómodo en la derecha o en la mediapunta, el centrocampista cacereño ha ganado enteros en su fútbol en paralelo a sus progresos físicos que, según dijo, le han permitido evolucionar y ampliar sus registros futbolísticos "para salir en regate y encarando".
Rodri Sánchez llegó a la cantera verdiblanca en 2016 en edad juvenil después de haber pasado por las del Real Madrid, Espanyol, Atlético de Madrid, Barcelona y Deportivo de La Coruña, y es enteramente un producto de la factoría de Pellegrini al subirlo al primer equipo y hacerlo debutar en el Nou Camp en noviembre de 2020.
El futbolista extremeño no ha desaprovechado cada ocasión que le han dado en cualquiera de las posiciones de la segunda línea de ataque, en la que en el Betis no ha dudado en coger galones cuando le ha tocado salir para suplir a jugadores de tanto peso específico como el francés Nabil Fekir, uno de los pesos pesados del vestuario bético lesionado de larga duración.
El mediapunta, de los de tren inferior bajo, pelota pegada al pie, de bajar a recibir, subirla con criterio y ver espacios para otros hay sólo opacidad, fue 'atado' por el Betis con un contrato hasta 2026 después de jugar una veintena de partidos en la 2020-2021, una treintena en la siguiente y la misma cifra en la pasada.
Rodri, junto con el lateral zurdo Juan Miranda, no podrán empezar la pretemporada a las órdenes de Pellegrini al estar jugando el Europeo de Rumanía y Georgia hasta el próximo 8 de julio, y el Betis empezará a rodar el 4 de ese mes en Sevilla y, a partir del día siguiente, en una primera concentración en Wolfsburgo (Alemania).
Aunque, como el mismo jugador ha deslizado, actuaciones como las firmadas ante Rumanía y Croacia, además de para ganar confianza en la evolución de su fútbol, también lo pone en el escaparate del mercado de fichajes.
