La acusación particular ha pedido que José Fernando Ortega Mohedano, hijo del torero José Ortega Cano, siga en prisión porque los ciudadanos no entenderían que se hagan excepciones con él y porque puede ser condenado a más de cinco años de cárcel por los delitos de robo, incendio y conducir sin carné.
La acusación particular, en un escrito al que ha tenido acceso Efe, se opone a la nueva petición de libertad presentada por la defensa de José Fernando, que cumple prisión desde el pasado 14 de noviembre por los incidentes registrados en un club de alterne de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).
José Fernando, de 20 años, se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por parte de la Fiscalía de Sevilla y de ocho años por parte de la acusación particular que ejerce el abogado Manuel Manzaneque en nombre del joven a quien José Fernando y cinco amigos agredieron, robaron y quemaron su coche.
Según la acusación, las penas a las que puede ser condenado "sobradamente" superan los cinco años y ni siquiera el acusado de un simple tirón de bolso obtiene la libertad a las pocas semanas, por lo que "difícilmente podrían entender nuestros conciudadanos que el señor Ortega se convierta en una excepción".
Sobre la oferta de trabajo que supuestamente ha recibido José Fernando, la acusación afirma que se intenta hacerles comulgar con ruedas de molino, pues la empresa Bodegalcos S.L. tiene su domicilio social en un "destartalado chalet particular" adornado de escombros, como "ha podido ver España entera".
Tampoco duda que el joven tenga algún familiar dispuesto a acogerlo, pero tal hecho "hasta la fecha no ha propiciado la concesión de una libertad provisional, máxime cuando ni sus padres son capaces de controlar a este tipo de personas".
Manuel Manzaneque rechaza, además, la "prueba" propuesta por la defensa de José Fernando, consistente en documentación sobre un procedimiento penal dirigido contra el joven agredido, Jonathan V.A. en otro juzgado, de la que lamenta que se hayan filtrado esos datos confidenciales y anuncia una posible denuncia ante la Agencia Estatal de Protección de Datos.
La acusación rechaza la posible atenuante de "grave adicción" a las drogas, pues José Fernando no la alegó en el momento de ingresar en la prisión Sevilla-1 sino tras consultar con su defensa.
"La respuesta es clara: no existía tal grave adicción sino el consumo habitual y gustoso que le permite su holgada situación económica", entiende la acusación.
Tampoco admite la atenuante de confesión, ya que el joven reveló a la Guardia Civil los nombre de sus compañeros de delito cuando temió que él iba a cargar con todas las culpas.
José Fernando va a ser juzgado por unos hechos ocurridos hacia las 5 de la madrugada del 2 de noviembre del 2013 en el club de alterne "Rey 2000", cuando Jonathan V.A. fue golpeado por varias personas que le robaron dos móviles y las llaves de su casa y su coche, que quemaron tres días después.
Sobre este aspecto, la acusación afirma que el incendio del vehículo que constituía la herramienta de trabajo de la víctima fue "el golpe final, el regocijo del verdugo".