Es difícil saber quien hablaba ayer del paro en España hasta que Mariano Rajoy se lo preguntó en un mitin en Pamplona, pero a raíz de ese comentario del presidente del Gobierno lo que está claro es que hoy, en el décimo tercer día de campaña electoral, todos hablan del paro en España.
Mira que lo habíamos advertido; a estas alturas, a cinco días de las votaciones, es casi más importante no cometer ningún error y mantener la portería a cero que pretender lograr ventajas de última hora.
El primero en hablar de paro -más bien de su antítesis, el empleo- ha sido el propio jefe del Ejecutivo quien ha asegurado en un acto con jóvenes en Murcia que la prioridad básica para esta legislatura y la próxima es crear empleo, a un ritmo anual de 500.000 puestos de trabajo.
Varios dirigentes del PP han salido a tratar de atajar la repercusión de la pregunta retórica que lanzó ayer Rajoy, y la primera ha sido la ministra del ramo, Fátima Báñez, quien ha asegurado en Elda (Alicante) que lo que ha dicho su jefe es que "estamos en un momento muy diferente del que recibimos el Gobierno", porque hoy España "crece y crea empleo".
Otro miembro del Gobierno, el titular de Sanidad, Alfonso Alonso, explicaba en Valladolid que el Ejecutivo habla de paro y empleo todos los días y, por eso, se están creando puestos de trabajo "a un ritmo desconocido".
Lo que ocurre, según Alonso, es que ahora que crece el empleo "la gente no quiere hablar de eso y prefiere sacar otros debates".
Sea como sea, los adversarios políticos no han dejado pasar la ocasión de criticar al presidente del Gobierno y enmarcan ese comentario en un cierto triunfalismo económico por parte del PP, del que se vienen quejando desde hace tiempo.
No es de extrañar que, ante la práctica unanimidad de las críticas, Rajoy haya advertido por la tarde en Sevilla que sería "letal" una coalición "de todos contra el PP".
El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha considerado "incomprensibles" ese tipo de referencias al paro, "una realidad desgraciada -ha dicho en Málaga- que está asolando nuestras tierras y que no se resuelve sencillamente mirando debajo de la cama".
Rosa Díez, líder de UPyD, y la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, han coincidido hoy en acusar de "crueldad" a Rajoy y le han recordado las cifras de desempleo en España.
"Me parece una obscenidad que diga que en España ya nadie habla del paro y de la recesión, me parece algo obsceno y hasta un poco cruel", ha dicho Díez en La Laguna (Tenerife).
En cuanto a la socialista andaluza, ha manifestado en Cádiz que los de Rajoy fue "una irresponsabilidad, una falta de respeto y una crueldad".
Su secretario general, Pedro Sánchez, con quien hoy ha compartido mitin por primera y única vez en esta campaña, fue de los primeros en levantar la liebre sobre "la perla" del presidente del Gobierno en Pamplona y anoche mismo en Barcelona ya estaba afeando ese comentario.
Hoy podía haber sido el día del PSOE en esta campaña, con todas las miradas puestas en esa pareja Sánchez-Díaz, por fin juntos, pero ganó el paro.
Así, aunque a los socialistas, a criticar a los socialistas, ha dedicado Pablo Iglesias buena parte de su mitin en Zamora, al final pudo más Rajoy y el convencimiento del líder de Podemos de que, si en los círculos en los que se mueve el presidente del Gobierno, en "su urbanización" y "con sus amigos" no se habla del paro, será porque "no tienen nada que ver con la realidad".
Iglesias, no obstante, ha hecho hueco para reclamar el voto útil para Podemos para frenar el PP, porque no se puede confiar en el PSOE, que hace como Laudrup -el futbolista danés-, "que miraba a la izquierda y daba el pase a la derecha".
También el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cree que lo más útil es votar a su partido porque garantiza "gobiernos estables" pero haciendo política "de otra manera".
En Cataluña, frente a tanta tensión de los últimos días, hoy ha habido amor, el que se han profesado mutuamente el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y una religiosa dominica contemplativa, activista social, simpatizante del soberanismo y estrella de la comunicación, que se ha definido en un acto de campaña de CiU como "una monja cojonera" enamorada del president.
También Mas ha piropeado a sor Lucía Caram de quien ha dicho que representa mejor que nadie la definición del cristianismo como "experiencia de amor".
Todo tan bonito que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha tenido que recordar que utilizar "monjas para hacer política en el siglo XXI no es normal".
Hoy estaba convocada la jornada de movilización "un día sin música" en contra del IVA cultural y, para secundarla, la candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, ha decidido suspender las actuaciones previstas en su acto central en la plaza Catalunya.
Una lástima que Colau no se haya aplicado esto de dejar la música en paz un poco antes; muchos barceloneses hostigados por su canción "el runrún" lo hubieran agradecido, así como otras víctimas de los políticos-músicos, como los habitantes de Oyón (Álava) o Telde (Gran Canaria), por citar solo un par de ejemplos.
Y es que a la vista (y sobre todo al oído) de varios vídeos de diferentes partidos que pueden verse en internet, esta campaña le está haciendo más daño a la música que el IVA y la piratería juntos.
Al menos, mientras se habla de música, no se habla del paro.