Ana y Victoriano se han dado el sí quiero, por fin, esta tarde en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla. El enlace civil estaba previsto para el día 15 de mayo, con su celebración correspondiente al día siguiente en una hacienda. Pero el 13 de marzo se anunció el estado de alarma por la pandemia del coronavirus. “Estuvo dos días llorando”, cuenta ahora Victoriano, refiriéndose a su mujer. “Los primeros días no paraba de decir que me casaba”, ríe Ana a las puertas del Ayuntamiento, vestida de verde, con una mascarilla ‘tuneada’ para la ocasión y con una sonrisa que se adivina de oreja a oreja en sus ojos chispeantes. “Al principio, teníamos esperanza de que acabara pronto, pero a medida que pasaban los días, empezamos a asumirlo”, apostilla Victoriano.



En cuanto han podido casarse, lo han hecho. Una ceremonia sencilla, sin celebración por todo lo alto (por ahora) y con 13 invitados, 13 (novios incluidos), en la boda. “Lo importante es que estemos todos aquí celebrándolo”, afirma la madre de la novia, también Ana de nombre. “Hemos superado con nota el confinamiento”, afirma la novia, profesora y tutora este curso de un grupo de sexto de Primaria. “Ha sido un año duro, sí”, afirma, en alusión ya no sólo a que el coronavirus truncó sus planes iniciales de boda sino a la adaptación que ha tenido que hacer, como miles de docentes, a un modo de enseñanza a distancia. “Mis alumnos han estado todo el día escribiéndome, pidiéndome que les mandara vídeos… todo compensa al final”, refiere orgullosa Ana cuando aún faltan unos minutos para subir las imponentes escaleras del Ayuntamiento hispalense.

Ya en el Salón Colón, todo es diferente: asientos separados, aforo limitado (no más de 25 personas se permite) y todos los asistentes con mascarilla, que los novios se han quitado, con permiso, en el momento de decirse “Sí, quiero”. Aunque se habría escuchado igualmente alto y claro. “¿Puedo darle un beso?”, pregunta Ana a la delegada Encarnación Aguilar, cuando ya los ha declarado marido y mujer. ¡Claro, claro que sí, que se me había pasado!”, le ha contestado la responsable del distrito Triana-Los Remedios.

Ana y Victoriano han sido la primera pareja de novios que se casa en el Ayuntamiento de Sevilla después de decretarse el estado de alarma. La suya ha sido la primera de las 35 bodas que acogerá el Salón Colón en el mes de junio. En el mes de julio hay medio centenar programadas.

Durante el periodo de confinamiento se han suspendido 94 bodas, según los datos facilitados por el Ayuntamiento. En algunos casos, los novios han optado por aplazar el enlace civil a meses posteriores; en otros, aplazarlas al próximo año y, por último, los hay que suspendieron y no han puesto nueva fecha.

Por ser los primeros, el Ayuntamiento ha tenido con ellos dos detalles. El primero, en forma de poema: Te quiero, de Luis Cernuda; y el segundo, el vals nupcial que los novios han bailado “aunque no sepamos”, se disculpaba al final Victoriano.



Ya a las puertas del Ayuntamiento, hay ritos que el coronavirus no ha podido suspender. Las familias de Ana y Víctor les han lanzado arroz al grito de viva los novios. Los viandantes que en esos momentos pasaban por la Plaza Nueva se han sumado a los viva y a los aplausos de felicidad. Acompañados de sus seres más queridos, se han marchado camino del restaurante que habían reservado para tomarse “una o todas las cervezas que caigan”. Salud. Y amor.