De los más de 2.500 centros educativos andaluces que ayer tenían que abrir sus puertas tras el parón obligado por el estado de alarma, tan sólo no pudieron hacerlo siete colegios. La viceconsejera de Educación, María del Carmen Castillo, valoró ayer este balance del comienzo de curso, del que dijo que “podemos estar satisfechos porque nuestros niños han vuelto al colegio”. Castillo, en una entrevista en el informativo regional de 7TV Andalucía, reiteró un mensaje de “tranquilidad” a las familias, a las que aseguró que “se han tomado las medidas de seguridad”. La viceconsejera reconoció que los padres están preocupados y que la Junta “comprende” esa sensación ante el “riesgo”, pero recordó que su departamento ha estado trabajando en la organización de este curso desde el pasado mes de abril.
Podemos estar satisfechos porque nuestros niños han vuelto al colegioEn el caso de que los contagios sigan disparados y las autoridades sanitarias obliguen a un nuevo confinamiento, la viceconsejera de Educación afirmó categóricamente que “tenemos un plan B. Lo que esperamos es no que tener que aplicarlo”. Ese plan, que pasaría por volver a la formación online, “ se tiene desde el primer momento”, abundó María del Carmen Castillo, para la que la presencialidad, “una vez garantizada”, es el modelo por el que ha apostado Andalucía.
En relación a las quejas de la comunidad educativa por la no reducción de la ratio, la viceconsejera defendió que los refuerzos docentes previstos, por el momento, de 6.500 profesores más (5.500 para la pública y 1.000 para la concertada) “servirán” de facto para bajar ese número de alumnos por clase. “Tenemos un sistema educativo muy grande, así que siempre faltan recursos, pero creemos que con los efectivos previstos y con la reordenación de tiempos y espacios se puede atender la formación con seguridad”. No obstante, apostilló, “si se detectan necesidades, se cubrirán”.
Insistió en que los niños no vayan al colegio si presentan síntomas, en el uso de las mascarillas y en la distancia de seguridad. “Tenemos que ser conscientes de que esto nos vas a acompañar un tiempo”, reconoció. La viceconsejera defendió que hay que sentirse satisfechos de cómo ha empezado finalmente el curso, un curso que “desde el 1 de septiembre, sabíamos que estábamos absolutamente preparados para asumirlo de manera presencial”.