Para analizar la realidad y luego opinar se puede ser casi cualquier cosa menos ingenuo, porque la ingenuidad es el aperitivo de los manipuladores. Casi todos los que afirman que los medios manipulan, casi todas las personas que opinan, se agarran los titulares que les convienen sin pensar en cómo define eso el control que tienen sobre sus propias mentes; le compras el argumento a un medio que refuerza tu sesgo de confirmación y no te paras a pensar que tu sesgo de confirmación es un producto, y tú también lo eres.
Por ejemplo, muchos de los que desean que no vayamos a próximas elecciones ni de broma, que quieren que se haga efectivo un gobierno progresista, celebran que PSOE tenga que hacer concesiones y pactar con todos como reflejo virtuoso del espíritu democrático, pero en la misma mañana abjuran de que eso sea aplicable al devenir interno de Sumar. Sumar es una coalición de 16 partidos independientes, y lo peor que le puedes decir a cada uno de esos partidos, de cara al futuro, es que sus tres, cuatro o cinco diputados valen menos que los tres, cuatro o cinco diputados de formaciones que no entraron en la confluencia. ¿Os imagináis que Adelante Andalucía, a la que se le ofreció entrar, hubiese sacado un diputado? ¿Os imagináis el valor que le daría en la investidura frente al PSOE? ¿Os imagináis el efecto devastador que tendría para una futura confluencia que los confluyentes acabaran dándose cuenta de que les habría ido mejor fuera que dentro, y que ser responsable cotiza muy bajo?
Esto no es algo que tenga que decir cada uno de esos 16 partidos. Esto no es algo que debiera tener que decir ERC, Bildu o CC. Esto es algo que aquellos que están obligados a conseguir la investidura deberían decir antes que nadie: “Os trataremos con respeto, intentaremos contentar a vuestros votantes, lo pondremos fácil”. Compromís ya advirtió que sus diputados tendrían autonomía. Más País ha dicho lo mismo. No se espera menos de la Chunta Aragonesista. Pero si lo dice Echenique, es que Podemos quiere romper las posibilidades de cogobierno. No seamos ingenuos. Todos los portavoces de todos los partidos implicados están hablando a los otros partidos y están hablando a sus votantes, y no se espera menos de ellos. Todo el mundo sabe que Sumar no existe porque sea un proyecto político, sino porque la ley electoral penaliza el pluralismo político, ¿también vamos a ser ingenuos en eso? Quizá los partidos más pequeños, no, pero el resto, con una Cámara Baja compuesta por representantes del pueblo y no de los territorios, ya te digo yo que se habrían presentado por su cuenta, que, por cierto, es lo más normal del mundo en una democracia.
Así que podemos seguir siendo ingenuos y asumir que cualquier partido de izquierdas que no vaya en coalición debería dar explicaciones, tragarnos el sitio donde la prensa pone el foco, que es siempre el mismo, en vez de rechazar que nos manipulen, podemos pretender que esos 16 partidos hagan como si no tuvieran secretarías generales, militancia y votantes propios, o podemos madurar un poco y entender que tanto derecho tiene a mantener un corpus ideológico y orgánico Más País como ERC, Podemos con EH Bildu, y que si alguien no sabe lidiar con eso no debería liderar ni una coalición ni una investidura. Y que cuando en política alguien dice que “solo piensan en sillones” es como cuando la patronal te echa en cara querer cobrar las horas extras. Se intenta poner en entredicho la normalidad, destruir los consensos democráticos (igual que con lo del gobierno ilegítimo) para que la gente trague cualquier falacia y construir una sociedad de ingenuos políticos que no hagan otra cosa más que hablar de política.