Un total de 568 yihadistas han sido detenidos por las fuerzas de seguridad españolas en los últimos diez años en 124 operaciones contra el terrorismo internacional, informó hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
En Niamey, donde asiste a una cumbre sobre radicalización y terrorismo de los ministros de Seguridad de los países del Sahel, G5 (Níger, Mauritania, Mali, Burkina Fasso y Chad), a la que también fueron invitados sus homólogos de Francia y Senegal, Fernández Díaz expuso las medidas adoptadas por España para acabar con ETA y las que se están adoptando contra el yihadismo.
Desde el inicio de su mandato, en enero de 2012, hasta ahora el número de operaciones contra el terrorismo internacional ha sido de 38 y las personas arrestadas 104, incluido el primer español combatiente retornado del Sahel en una intervención policial llevada a cabo en mayo del año pasado, en la que cayó una red responsable del envío a Siria de al menos 26 yihadistas.
Fernández Díaz insistió en el compromiso del Gobierno con los países del G5 en la lucha contra las amenazas a la seguridad y ofreció la "sincera, efectiva y amplia" colaboración de España.
En su opinión, la conexión del terrorismo y la radicalización con la criminalidad organizada y los tráficos ilícitos de personas, obliga a una "actividad constante, conjunta y decidida para contrarrestar ese grave desafío".
Según el ministro, la gobernabilidad, estabilidad y seguridad del Sahel son objeto de "atención prioritaria" para España, convencido de que el terrorismo en la principal amenaza de la actualidad, que no es transitoria, dijo.
El esfuerzo contra esa amenaza común debe ser "sostenido y a largo plazo", subrayó Fernández Díaz, que dijo ver razones para el optimismo porque, como ha ocurrido en España y otros países, se ha comprobado que es posible derrotar al terrorismo y la radicalización.
Para ello, precisó, es necesario un "firme compromiso político y social", una "dedicada y constante acción policial y judicial", una cooperación internacional y un protagonismo de las víctimas del terrorismo.
"Con esta visión de conjunto -enfatizó- es como España ha derrotado a ETA", y de esta misma forma puede ser combatido el nuevo terrorismo yihadista.
Abogó por la unidad política frente a los terroristas y puso como ejemplo el pacto antiyihadista que en febrero suscribieron en España el Gobierno, el PP y el PSOE, lo que ha supuesto modificar el Código Penal, en cuya actual redacción se tipifican como delitos el adoctrinamiento y adiestramiento pasivo.
También se contemplan como nuevos delitos la captación, reclutamiento, enaltecimiento o justificación del terrorismo, con especial mención a la comisión de estas acciones a través de Internet.
En la relación de medidas puestas en marcha en España incluyó el programa para evitar la radicalización en las prisiones y que diferencia tres grupos entre los reclusos: los condenados por terrorismo, los que ejercen proselitismo y los que muestran una tendencia radical.
Fernández Díaz hizo hincapié en la cooperación de España con los países del Sahel y otros de África occidental, el Magreb y el Machrek, tanto de forma bilateral como a través de la Unión Europea, con el objetivo de luchar contra la radicalización y los tráficos ilícitos.
Unos de los ejemplos que resaltó fueron los acuerdos con Mauritania y Senegal en materia de inmigración irregular, que ha frenado totalmente la entrada a España de personas de esos países por la fachada atlántica, y con los que ha colaborado para constituir grupos policiales de acción rápida y de intervención y equipos conjuntos de investigación.
El ministro español expresó el deseo de que esa misma fórmula se acuerde con otros países del Sahel y recordó que ayer firmó un acuerdo con su homólogo nigerino, Massaoudou Hassoumi, para luchar contra todo tipo de delincuencia, incluido el terrorismo.
Asimismo, mencionó el convenio con Mali, que entró en vigor en enero de 2013 y que ha dado, dijo, excelentes resultados en materia de inmigración irregular y que podría extenderse a otros ámbitos como la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Fernández Díaz expresó su compromiso de desarrollar la cooperación bilateral y las relaciones entre los ministerios del Interior y las fuerzas de seguridad de Chad y Burkina Fasso y de España.
También citó las propuestas de España de crear un equipo conjunto de investigación con Níger y el proyecto Blue Sahel para la vigilancia de fronteras, e insistió en su oferta de proporcionar asistencia al Sahel para la creación de estructuras de seguridad estables y de formar a policías de esos países.