El vicepresidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Francesco Rocca, ha lamentado este jueves las 4.590 personas que se sabe que han muerto este año en el Mediterráneo y ha reclamado a los políticos "que tengan corazón y empiecen a trabajar en serio" ante el fenómeno de los refugiados.

Ha alertado de que los traficantes se hacen "cada vez más eficientes" e inteligentes, por lo que la solución no puede pasar por construir muros o perseguir a los migrantes, ha explicado en una charla en el Palau Macaya de Barcelona, en el marco de las jornadas 'Para un mayor compromiso humanitario en el Mediterráneo', que cuentan con participación de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed).

Rocca ha asegurado que la "única solución es la creación de rutas seguras y legales", ante el hecho de que estos flujos no se detendrán, por lo que la comunidad internacional tiene que actuar de forma seria y concreta, y actuar también ante la xenofobia y el racismo, que están creciendo por falta de información.

Ha lamentado que, desde que él se inició en tareas de voluntariado hace casi tres décadas, ya llegaban personas desde las mismas regiones de las que siguen llegando en la actualidad a Europa: "¿Donde esta la acción internacional?", ante una situación que no sólo no ha mejorado, sino que está empeorando, ha dicho, y que no puede esperarse un cambio positivo sin intervenir en el origen.

Ha urgido a dar también a los migrantes una información clara, como está haciendo la Media Luna Roja en Túnez, consiguiendo convencer a personas de no arriesgar su vida cruzando el mar, coincidiendo con la vicepresidenta del Centro para la Cooperación en el Mediterráneo (CCM), Marta Corachán, que ha asegurado que "las migraciones no se detendrán".

"¿Puede el horror convertirse en normal? ¿Es esto aceptable?", se ha preguntado Corachán, que ha añadido que las personas seguirán desplazándose aunque tengan que pasar por senderos cada vez más largos y peligrosos, ante lo que ha apostado por dar asistencia y protección con independencia de su estatus legal y procedencia.

AMORÓS Y PERALTA

El secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía de la Generalitat, Oriol Amorós, ha subrayado la vocación mediterránea de Catalunya, que se siente hermana de estos territorios donde la Cruz Roja y la Media Luna Roja son un referente de construcción de ciudadanía, por lo que ha celebrado la colaboración de Catalunya con "una organización que tiene la voluntad de unir las dos orillas del Mediterráneo".

Amorós ha coincidido con el responsable de participación y sensibilización del Plan Barcelona Ciutat Refugi del Ayuntamiento, Pablo Peralta, en apelar a la voluntad de competencias para la acogida, recordando la petición que ambas administraciones han dirigido al Estado, mientras que han señalado la inserción laboral como uno de los retos principales de acogida en Catalunya.

Amorós ha apostado por una unión de los pueblos inspirada en el diálogo que caracterizó al pensador Ramon Llull, al que ha hecho referencia con motivo del 700 aniversario de su muerte este año, y ha asegurado que tenía una actitud de erudición y de voluntad de dialogo que siete siglos después "se echa en falta" en Europa, ante el creciente racismo.

Rocca ha asegurado que está harto de tener que repetir siempre lo mismo en las charlas sobre refugiados, ante el hecho de que la situación no cambia: "Sólo puedo actualizar el contador de muertes", ha deplorado, y ha añadido que es necesario transmitir una visión de la inmigración como fuente de riqueza,