Los saqueadores arrasaron almacenes y bodegas de la avenida Dessalines, de los que se llevaron sacos de arroz, legumbres, alimentos secos y todo lo que encontraron de interés a su paso, según pudo comprobar Efe.
Ante la presencia de dotaciones de la ONU y de la Policía, que no intervinieron en ningún momento, la multitud se limitaba a esperar que pasaran los agentes para volver a entrar a la carrera entre los escombros y ruinas de estos locales y sacar los productos almacenados aún aprovechables.
Hasta cinco ciudadanos se dirigieron a la Policía para denunciar que grupos de asaltantes, algunos armados con palos, les habían robado sus pertenencias aprovechando la confusión del momento.