Los próximos cuatro años serán claves para el despegue de Huelva como referente del desarrollo verde y la economía circular merced a la puesta en marcha de potentes proyectos con importantes inversiones, aunque la duda es si estarán acompañados de la necesaria ejecución de infraestructuras, un caballo de batalla de esta provincia desde hace décadas.
Para las elecciones andaluzas del 19 de junio, los partidos recogen en sus programas políticos esa apuesta por crear empleo y por impulsar el desarrollo económico y la generación de riqueza en esta provincia, algo que llevan implícito proyectos como los que impulsan Iberdrola, Atlantic Copper o Cepsa, entre otras empresas.
La primera, de la mano de Fertiberia y la Universidad de Huelva, creará en Huelva el Clúster de Hidrógeno Verde Puerta de Europa, que prevé una inversión de 2.200 millones de euros y 20.000 puestos de trabajos.
Atlantic Copper va a iniciar en septiembre las obras de la primera planta recicladora del sur de Europa de fracciones metálicas de RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en desuso) en la que invertirá 280 millones de euros y generará 300 empleos.
Cepsa ha anunciado una inversión de 5.000 millones de euros en Andalucía que incluye, entre otros proyectos, la construcción en el puerto de Huelva del mayor complejo de biocombustibles e hidrógeno verde de España.
Todos ellos despegarán, si todo va según lo previsto, en los próximos años y el apoyo de las formaciones políticas, con matices, está garantizado.
Pese a ello, y con la meta puesta en que Huelva se convierta en ese referente, la provincia presenta importantes problemas medioambientales para los que la próxima legislatura puede ser clave, como las balsas de fosfoyesos en la capital o el vertedero de Nerva; o carencias en infraestructuras, algunas de las cuales son fundamentales para afianzar el desarrollo de otros sectores productivos esenciales para que este territorio no pierda el tren del progreso que lleva esperando décadas.
En este asunto, sin embargo, el consenso existente en los programas -las formaciones saben cuáles son esas infraestructuras tanto de transporte como hidráulicas o sanitarias- se diluye en la realidad y lejos de acordar, sus representantes vienen enfrascándose desde hace tiempo en tiras y aflojas que no terminan de hacerlas realidad.
La Alta Velocidad entre Huelva y Sevilla o hasta Faro (Portugal); el tercer carril de la A-49 o el desdoble de la N-435 hasta Badajoz; o el aeropuerto -que impulsa la iniciativa privada-, son algunas de las más urgentes en materia de transporte que contribuirían al desarrollo económico y social de la provincia.
A ellas se suman las hidráulicas, algunas de necesidad imperiosa como el desdoble del túnel de San Silvestre, que no termina de llegar pese a los avances de la administración central, y que es clave para abastecer de agua a más del 85 % de la provincia y que, junto a otras como, la presa de Alcolea, podría poner fin a problemas generados en sectores como el del regadío, principalmente en el entorno de Doñana.
También han generado controversia entre dirigentes políticos las infraestructuras sanitarias que no llegan, como los hospitales comarcales de la costa, la sierra o el Condado o el Materno-Infantil.
En definitiva, Huelva está en un momento decisivo donde el despegue que auguran los proyectos industriales y sectores que mantienen el alza como el agrícola y el turístico necesitan de ese desarrollo de infraestructuras a todos los niveles.
