El Ahtletic ha dado un paso al frente para salir de la crisis que suponía el hecho de no haber puntuado todavía fuera de San Mamés y solo haber hecho un gol. El triunfo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos vale su peso en oro, si bien el partido, por juego, no es para estar contento.
Fue un encuentro soso, sin fútbol, dominado por las imprecisiones de unos y otros. El Athletic tuvo el balón más que el Almería, que parecía estar contento con sumar, aunque fuese un punto. El Athletic casi dio la sensación de querer lo mismo, de arroparse y no perder.
En la segunda mitad, el Athletic tuvo algo que no tuvo el Almería, mejor utilización de la posesión y menos errores, algo que cuando son dos equipos metidos en problemas suele ser la clave que termina resolviendo los partidos. De todas formas, un empate no hubiese sido un marcador injusto.
La primera parte estuvo marcada por el miedo a perder de ambos equipos. Durante los 47 minutos que duró ese tiempo, ninguno de los dos equipos acertaron a disparar entre los tres palos en una fase del juego dominada por los de Ernesto Valverde, pero tan imprecisos como los de Francisco para no romper el partido.
La necesidad de ganar de ambos equipos propuso un partido bronco, sin llegadas, en el que los rojiblancos, con algo más de ventaja en la clasificación, no parecieron desechar la posibilidad de sumar. El Athletic, con la necesidad para mejorar su confianza, lo intentó sin respuesta. Eso sí, en el 8, pudo inaugurar el marcador por medio de Laporte, pero Édgar salvó el disparo.
A partir de ahí, los dos equipos se 'pelearon' en aumentar el número de pérdidas, que era superior al de recuperaciones. La llegada de los Francisco no existía y la de los de Ernesto Valverde carecía de acierto en el último pase. Aún así, el cuadro local buscó el gol con un disparo de Hemed desde lejos que no sorprendió a Iraizoz.
Los 'leones', sin capacidad para hacer daño, lo buscaron con las subidas de De Marcos. El alavés fue protagonista de una acción en el 34 en la que la anticipación de Rubén impidió que el cuadro bilbaíno se adelantara en el marcador.
Todo lo dejaron para la segunda parte. Bien es cierto que en ella, el Almería continuó siendo un 'manojo de nervios'. Impreciso en el pase, fue dando opciones a un Athletic que aprovechó la primera gran indecisión para adelantarse en el marcador. En el 55, a la salida de un córner lanzado por Susaeta, Etxeia puso a los 'leones' por delante.
A partir de ahí, el Almería trató de meterse en el partido, pero el corazón corrió más que la cabeza y las ocasiones no llegaron a cuajar. Solo una acción de Thievy, en el 79, pudo poner las tablas, pero el disparo del congoleño se estrelló en el larguero.