De niña encontró en las bibliotecas públicas su refugio para hacer lo que le apasionaba: leer. Ello le llevó a querer desarrollar el saludable hábito de escribir y hoy puede decir que la Literatura es su amor platónico.
Raquel Rodríguez López nació en San Sebastián (1971), pero con 25 años llegó a Jaén, una ciudad que le dio trabajo como periodista, una profesión a la que siempre se quiso dedicar por vocación. Desde hace 15 años está al frente de Ediciones RaRo como editora independiente. Todo empezó “como un juego”, asegura, recordando los primeros libros que hacía, con grapas, hasta que en el año 2002, y de la mano del diseñador gráfico que la animó, se decidió y comenzó a encuadernar los libros y personalizarlos con el sello RaRo.
Desde los 17 años ha peregrinado por las redacciones de periódicos. Entonces le decían “eres muy joven para trabajar, estudia una carrera”, recuerda, pero no les hizo caso. No tiene estudios, pero siempre se ha buscado la vida. No le han faltado medios de comunicación en los que demostrar sus dotes con la escritura . “Tenía claro que quería ganarme la vida escribiendo”, recuerda. De niña practicaba con relatos y poesía, dejándose enamorar por autores de la talla de Miguel Hernández.
Con 19 años ya firmaba en un periódico de Valladolid y siguió en Palencia, Cádiz, Granada y Jaén. En esta capital vivió 8 años y llegó haciendo ferias del libro antiguo y de ocasión. “Sentí que me enamoré de Jaén, de su casco antiguo, y me quedé”, reconoce una mujer que reclama “más gente con vocación” y que defiende que “hay que hacer las cosas por uno mismo”.
Así lo hace con Ediciones RaRo, con la que ha publicado a jienenses como Joaquín Fabrellas, Juan Cruz o Isabel Muñoz, además de Jesús Tíscar. “Me gusta hacer libros de varios autores, aunque no se lleva mucho”, afirma la autora de ‘Personajes que caminan por mis sueños’ (relatos) y del poemario ‘Puta y Atea (tocada y hundida)’ que se ha publicado con RaRo. “Lo bonito de escribir es darte cuenta de que tienes algo que contar”, puntualiza.
La semana pasada viajó desde Almería, donde reside, hasta Jaén para presentar el primer libro en solitario que Ediciones Raro ha publicado al escritor Jesús Tíscar: ‘Memorias de un gusano’. “No dudé en publicarle. Tiene una literatura increíble”, afirma. Al volver a la ciudad se ha encontrado con un “movimiento cultural de enfermos de la poesía” y eso la ha hecho feliz.
Como editora publica a autores de la ciudad en la que vive y busca gente que le hable “desde dentro, con las entrañas”, que le haga pensar y que esté comprometida con la sociedad. Cuando publica no piensa en el lector. “No tengo la editorial por algo económico. Si fuera así, lo tendría que hacer de otra manera. Lo hago por gusto y disfruto a todos los niveles”, asegura una mujer que se conforma con que las ventas del último libro le den para publicar otro. Al menos, un libro al año.
Ya son más de 40 las publicaciones de Ediciones RaRo y casi 70 los autores a los que ha dado una oportunidad. “Todo el mundo cree que vale para escribir y quiere publicar”, lamenta quien es capaz de detectar el talento del autor desde el primer minuto en el que se enfrenta al texto. “Mi satisfacción es ver que alguien que escribe bien tiene un libro publicado”, dice.
Afirma que no es tan difícil publicar como vender, y ella utiliza un márketing que no le falla. Lejos de subir una foto a facebook para recibir ‘me gusta’ que no venden...Ella se lleva el libro a los bares, a la calle y a librerías comprometidas. Los vende leyendo fragmentos, permitiendo tocarlos, humanizando al autor. Además, los manda por correo ordinario (13 euros).
Se puede llevar hasta seis horas ante un libro. Aconseja leer como modo de evasión y concentración a una sociedad en la que “se lee poco y está muy desconcentrada”. La imaginación es “un músculo y hay que ejercitarlo”, dice quien relee libros para revivir el pálpito de la primera vez.
