Luto solemne por las calles de la Villa el que se vivía en la tarde noche de Viernes Santo con la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y Soledad de María Santísima, en un año muy especial para la Hermandad: no en vano se celebra el 400 Aniversario de su fundación, onomástica que llevan celebrando desde comienzo de año con numerosas actividades. Su estación de penitencia ha sido por eso más especial si cabe, centrada ya no solo en el amor por sus titulares, sino en recordar que por 400 años se ha estado conmemorando la muerte de Jesús.
A las 20:00 horas de forma puntual partían desde la Iglesia de la O los enlutados penitentes, de negro riguroso y cinturón de esparto recogiendo las largas colas de sus túnicas, colas que en el caso de los hermanos que portaban insignias se soltaron en cierto momento del recorrido retomando una antigua costumbre con motivo del 400 aniversario. Mujeres de mantilla negra completaban el cortejo.
Este año la Hermandad está de celebración, por tanto se han podido ver distintos estrenos, como la reliquia de Santa Ángela de la Cruz ubicada en un relicario que en una talla de la Santa se ha incluido en el paso del Cristo Yacente. Además, el Libro de Reglas ha sido restaurado y dorado, junto a la pértiga, además de otros enseres.
La Virgen de la Soledad, por su parte, ha estrenado este año un fajín donado por una hermana, unos puños de encaje y un pañuelo del siglo XIX. También se ha estrenado la vestimenta del muñidor.
Muchos hermanos y hermanas lucieron además la medalla especial que ha sido creada con motivo de este 400 Aniversario, un antiguo escudo primigenio de la Hermandad en dorado que se encuentra representado en el altar situado en una de las capillas de la Iglesia de la O. Detalles que hicieron de esta salida un hito especial, y que como siempre vivió momentos muy especiales ya no solo en su salida y su recogida, sino al paso de las capillas de la Caridad y San Roque, o cuando la Soledad traspasó el Arco de la Villa, momento único que presenciaron numerosas personas por lo especial.
Con su salida, el Santo Entierro puso fin a un Viernes Santo plañidero, que dará paso al Domingo de Resurrección, el día que da sentido a la celebración de esta Semana Santa.