Verdemar Ecologistas en Acción quiere hacer un llamamiento a la ciudadanía para efectuar campañas de sensibilización sobre los problemas que se provocan al arrojar a los inodoros las llamadas “toallitas húmedas” y para pedir a las administraciones que actúen, además el grupo ecologista señala en distintas barriadas de La Línea sufren esta problemática.
En nuestra sociedades las leyes siempre van detrás de los problemas, a veces muy detrás, y con frecuencia ni siquiera llegan a frenar tanto desmán. Se genera un producto con gran éxito comercial, barato para el consumidor pero que luego acabamos pagándolo entre todos.
Un ejemplo claro son las toallitas húmedas, por poco dinero podemos limpiar un pómulo, un mueble o un culito. Si ya su producción, como todo producto de usar y tirar, genera problemas cuando las arrojamos al inodoro los costes ambientales y económicos son desmesurados, atranques en el sistema de alcantarillado y contaminación del entorno.
El grupo ecologista señala que "sistemáticamente cada vez que caen cuatro gotas las cloacas entran en carga y las aguas fecales entran al río por los aliviaderos. Aguas, que además de llevar materia orgánica, arrastran toda la suciedad que en las calles no fue recogida, los residuos sólidos que se arrojan al water, especialmente y, por supuesto, toallitas. La mayoría de ellas van directamente al río para tapizar su fondo, otras quedan atrapadas durante el trayecto a las Estaciones de Depuración, evidenciando así las suciedades que la naturaleza no puede reciclar en un corto periodo de tiempo".
Verdemar apunta que "lo más grave es que para estimular su consumo las diferentes empresas ofertan las “toallitas WC” que expresamente señalan que pueden tirarse al inodoro y son biodegradables, pero necesitan varios meses para degradarse, creándose acumulaciones tanto en las cañerías como en los ríos". Desde Verdemar "nos sorprende que aún las administraciones no hayan tomado carta en el asunto, obligando a las empresas para que en el etiquetado se señale expresamente que este producto no debe de ser arrojado al WC".
El grupo ecologista añade que "es muy cómodo utilizar el inodoro como un contenedor que “se traga todo”. En ocasiones pensamos que, una vez desaparece arrastrado por el agua de la cisterna, todo se evapora por arte de magia. Pero, lejos de eso, se puede llegar a convertir en un serio problema para la salud del planeta como está ocurriendo e la actualidad", alertan.
Verdemar manifiesta que "colocar una papelera cerca del inodoro no tendríamos la tentación de tirar las toallitas u otros materiales no desechables por el WC. Es una manera de reciclaje más. Además, usar la papelera supone un considerable ahorro de agua. Con este gesto conseguiremos contribuir al cuidado del medio ambiente por partida doble", concluyen.